Le damos seguimiento aquí a las peripecias de El Chele., quien, en el segundo capítulo, se encontraba desaparecido. Vaya paradoja
lingüística.
El chele Romero, tercera Toma
Pedro Rafael "El Muco" era
un vecino, hijo de una doña que se llamaba Amada. Él se dedicaba a
transportar gente hacia Las Dificultades en un carro. De eso vivía El Muco, quien llegó al pueblo antes de 1979. No se regresó a
Nicaragua des pues del triunfo de la Revolución y se quedó
trabajando en Honduras.
No se le conocía
actividad política, sin embargo, también fue víctima del flagelo
de la Contra. También chismeado por la Contra, el Muco Rafael había
caído preso en los mismos días que el Chele. Pedro Rafael fue
acusado de ser espía sandinista. Como no quiso colaborar
con la contra, pues al mamo.
Ya hacía varias semanas
que buscábamos al Chele y nada. Un día doña Amada la mamá de El
Muco viene a la casa y le dice a mi papa que Rafael lo quiere ver que
tiene algo que contarle. Mi papa va.
El Muco había sido
puesto en libertad después de haber sido torturado y sin haberle
podido probar nada. Este le dijo a mi papa que había estado en una
prisión en tal lugar, y que en la celda vecina había un hombre al
que torturaban también y con quien pudo hablar un poco a través de
la pared. El hombre le dijo que si salía que por favor se pusiera en
contacto con mi papa, que él era el Chele. Y el muchacho le dijo lo
mismo. Que si él salía primero que le avisara a doña Amada. El
Rafael cumplió con su palabra, pero le dijo a mi papa que no dijera
quien le había dicho dónde estaba el Chele por miedo a represalias.
Pues vuelve la burra al
trigo y el jolgorio comienza de nuevo.
Se le vuelve a avisar a
la doña Meche, quien regresa y con la información proporcionada por
el Muco esta vez se va directamente a la cárcel donde se suponía
estaba el Chele.
Fracaso total. De una
cárcel la mandaron a otra al la pobre Mercedes y de otra a otra y el Chele no aparecía en
ningún lado. Ya todo estaba perdido.
Pasaron los meses y del Chele no se sabía nada. Los tíos Romero fueron una tumba y nunca
dijeron nada.
Más tarde doña Mercedes
regresa a Honduras. Esta vez ella viene con otro semblante, se ve
contenta.
Fijese Joche que el
Chele está vivo.
¿Cómo es eso doña?
Si, está preso en una
cárcel de Chinandega.
¡Puta! Ese jodido es
brujo.
Se ríen los dos al igual que los
curiosos como yo que están allí saconeando.
¿Que fue lo que pasó?
Lo que pasó después, me lo contó el misno
Chele más tarde.
Lo que pasó es que
después que lo capturaron en la casa, se lo llevaron al cuartel del
pueblo e inmediatamente lo pusieron en un vehículo del ejercito y lo
trasladaron a Tegucigalpa en donde lo torturaron interrogándolo
sobre el supuesto atentado en contra de sus tíos otras babosadas.
Lo cambiaban de cárcel
frecuentemente y en cada una donde iba no sabía dónde estaba. En
cada prisión sus verdugos le hacían las mismas preguntas y obtenían
las mismas respuestas lo anduvieron del timbo al tambo durante meses
hasta que se cansaron de jugar con su cuerpo.
Llego el día de la
ejecución sumaria.
Lo sacaron de la celda
en donde estaba, con los ojos vendados, en compañía de otros
prisioneros a quien el Chele no conocía ni por cerca. Se los
llevaron hacia rumbo desconocido y después de algunas horas de viaje
el vehículo se detuvo en una al final de una carreterita de tierra.
Los esbirros bajaron a los prisioneros y les dijeron que ese era su
última parada que estaban libres. Esta era, y posiblemente sea, una
técnica de los escuadrones de la muerte… La famosa ley fuga.
El Chele les dice que si
los van a dejar libres que por lo menos les suelten las manos y les
quiten las vendas de los ojos. Los chafas aceptan, saben que de todas
maneras los van a matar entonces que importa darles ese gustito.
Los soltaron y les
dijeron: ahora corran cabrones, están libres.
El Chele y los otros
comenzaron a correr, el Chele como tenía un poco de entrenamiento
militar comenzó a correr en zigzag mientras los otros corrían en
línea recta y él dice que los oía quejarse y caer muertos detrás
de él. Siguió corriendo como un loco y las balas silbaban a su lado
en determinado momento los disparos cesaron. Pero otros disparos
comenzaron a sonar en dirección opuesta el se tiró al suelo y
esperó. Hubo respuesta de la parte de los verdugos y el rifirrafe
duró unos cuantos minutos. Luego fue el silencio.
Cuando el Chele se
levantó del suelo una vos le grito ¡no te movás, quédate quieto!
El Chele reconoció el
acento nicaragüense y se quedo quieto. Los milicianos del EPS se
acercaron y lo capturaron de nuevo.
La ejecución tuvo lugar
en un punto del departamento de Choluteca fronterizo con con
Nicaragua. Las noticias revelaron que hubo un enfrentamiento ente el
ejercito de Honduras y el EPS dejando como saldo 4 victimas civiles
no identificadas. Al final las victimas de los escuadrones de la
muerte se las cargaron al EPS.
El Chele logró escaparse
y se encontró del otro lado en territorio nicaragüense y es por eso
que los verdugos dejaron de disparar, pero ya era tarde cuando lo
hicieron porque la patrulla del EPS que pasaba por allí ripostaron
al ver que disparaban contra un civil desarmado.
Una vez capturado, el
Chele fue identificado y puesto en prisión en Chinandega. De allí
le avisó a su madre, quien se movilizó para que lo trasladaran a la
prisión de Ocotal en donde el Chele terminó de purgar su pena por
el accidente del comando del EPS.
EL Chele Romero, cuarta toma
Ustedes pensaban que
allí se acababa el cuento. Pues se jodieron porque la historia de ese Chele tiene
mas curvas que un calabazo.
Pasó algunos meses en
prisión en Nicaragua. Después de cumplir su pena regresó a Dipilto
en donde se dedicó a trabajar en la tierra de su padre. Trabajando
estaba, cuando un comando de la Contra entró por la zona en donde
tenía las tierras don Tito. Allí agarraron al Chele lo secuestraron
y se trajeron de nuevo para Honduras. Esta vez no por ordenes del DIN
ni de don Amado, simplemente un recluta más para las Fuerzas
Democráticas Nicaragüenses.
Se lo llevaron a un
campamento en La Lodosa, en Honduras, en donde lo entrenaron unos meses, le dieron
un AK-47 y lo mandaron de carne de cañón a combatir en contra del EPS.
Combatió durante meses
asaltando cooperativas de productores agrícolas en el norte de
Nicaragua en El Encino y en la región de Wiwilí en donde la contra
tuvo varios reveces y sitios que duraron semanas. Allí el Chele,
según contaba, casi se muere de hambre, pues el EPS los tenía
rodeados y el abastecimiento de comida y pertrechos era imposible.
Contaba que la Contra no tenían ni tiempo de enterrar los muertos y
el olor a carne en descomposición era horrible. Decía que el hambre
los llevo a comer carne humana, aclaro que eso lo contaba él
posiblemente para hacerle miedo al chigüín curioso que era yo. Allí, en ese pijeo, el Chele salió herido. Unas esquirlas de una granada
de fragmentación le tocaron el hombro izquierdo y en un receso del
EPS que consideró que ya el batallón de la Contra estaba acabado,
lo poco que quedaba del batallón de la Contra regresó derrotado a Honduras a la
base de la Lodosa.
El carbón de Carga
Ayotes vino a la casa, preguntando por mi viejo. Mi papa desde el
episodio de Fernando le había dicho a ese individuo que no lo quería
ver mas por la casa. En realidad, la primera vez que lo recibimos fue
porque venia del mismo pueblo que mis viejos y era pariente de un
conocido de mi papa. El asunto es que el tipo llega y pregunta por
mi papa. Mi viejo viene y le pregunta que quiere. El tipo le dice que
trae noticias de un familiar suyo que está en el hospital de la
contra en el Aguacate, se trata del Chele le dice.
Es de hacer notar que debido a la presencia de la contra y del ejercito hondureño en la frontera, todos los puntos ciegos estaban controlados y las comunicaciones con la gente de Nicaragua eran casi imposible.
Es de hacer notar que debido a la presencia de la contra y del ejercito hondureño en la frontera, todos los puntos ciegos estaban controlados y las comunicaciones con la gente de Nicaragua eran casi imposible.
¡Puta! Dice mi papa, y
este no estaba en Nicaragua.
El desgraciado de Carga Ayotes le dice que hace meses está combatiendo con la Contra y que dentro de poco va a salir del hospital de baja. Y quiere venir de nuevo a la casa.
El desgraciado de Carga Ayotes le dice que hace meses está combatiendo con la Contra y que dentro de poco va a salir del hospital de baja. Y quiere venir de nuevo a la casa.
Mi viejo le dice mándelo
pues.
Mire que cosas, el hombre que había sido acusado y torturado por supuestamente ser espía sandinista termina de combatiente de sus mismos verdugos.
Días mas tarde, llegó el Chele a
la casa herido aun, pero recuperado de la hambruna. Su mirada y su
actitud ya no era la misma. Parecía nervioso, paranoico, sus ojos
reflejaban aún más la locura, No dormía y no hablaba con nadie, de
vez en cuando conmigo, con mi mama y con mi papa.
Se terminó de recuperar de las heridas en mi casa. Entre tanto, la tarjeta de identidad que mi padre había puesto en trámite antes de su detención en Honduras ya había
salido.
Mi papa le dijo: mira
mijo esperemos que tu calvario ya terminó, aquí están tus papeles
y si qurés quedarte aquí en Honduras pues quedate.
Agarro la identidad y la
guardó. Se sintió en confianza y un domingo que fue a reportarse
con su responsable de la Contra en el pueblo, ya los Romero
sabían que estaba allí y aunque estaba desmovilizado y que
supuestamente estaba exento de regresar al combate, sus antiguos
persecutores hicieron lo posible para joderle la vida de nuevo, por miedo.
Se dirigía de regreso a
mi casa cuando una patrulla de la Contra lo detuvo. El sacó su
identidad diciéndoles que era hondureño, pero de nada valió le
hicieron pedazos la identidad y lo metieron a la fuerza al vehículo.
Cuando la patrulla estaba poniendo combustible en la antigua gasolinera DIPSA el Chele se les revolvió y junto con otros
veteranos se salió de la patrulla salieron corriendo y de nuevo a la
casa.
Luego, el Chele
desapareció por si sólo, no lo volvimos a ver. Después, con la firma de los tratados de Esquipulas, se supo
que regresó a Nicaragua, completamente desequilibrado y con trauma de posguerra y con complejos de Rambo. Se estableció en San Juan de
Rio Coco y es conocido aun por su crueldad y por tener bajo su
dominio una zona de esa región.
Una obra más de La
Contra.
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