lunes, 15 de febrero de 2021

Una mujer o un estudiante son los peores enemigos del Estado, pero un garrobo o una gallina no mueren ahorcados en una bartolina.

Por Darío Izaguirre
Historiador y Arqueólogo

Mientras CC4 se esconde quien sabe dónde, porque la justicia gringa le anda pisando los talones, el pueblo de Honduras sigue hundido en el realismo mágico macondiano. Las páginas de los periódicos hondureños se llenan de titulares oficiales en donde Honduras ya no es el país violento de hace 6 años u otros en los que Papi a la orden y otros peleles prometen el cielo y la tierra a un pueblo que se hace matar todos los días.

Leia hace poco, un texto de Rudo Pastor (el hijo de Rodolfo Pastor Fasquelle) en el que decía que según El Observatorio de la Violencia de UNAH, en los primeros 41 días de 2021 se registran 27 mujeres muertas de manera violenta.

Como siempre, la mayoría de esas muertes no trasciende. Primero porque en un pueblo de machos sólo son mujeres y segundo ¿por qué para que hacer tanta alaraca? Si de todas maneras así es Honduras desde el tiempo del cucurucu y allí andan los políticos en campaña. Sin embargo, el fenómeno es alarmante.

En los últimos días la noticia de la muerte por asfixia mecánica de Keyla Martínez ha venido a remover esa capita de supuesta paz y tranquilidad promovida por la pataleante narco dictadura.  Un hecho en el que los principales sospechosos son los guardianes del orden o del desorden, todo varía según la óptica. El caso de Keyla ha sido la gota que viene a hacer rebalsar la hoya. Los vicios de procedimiento que entornan este caso son dignos de una novela canallesca escrita por un loco como diría Alfredo Zitarrosa.

Primero que todo miremos las circunstancias de la captura.

Una pareja de individuos se traslada en un vehículo a una hora en la que no es permitido desplazarse dado el toque de queda impuesto como medida para controlar la pandemia de covid19. Dos patrullas de policía detienen el vehículo e increpan a sus ocupantes. No hay advertencia ni amonestación sino arresto expedito.

Bajan a los ocupantes y los esposan como viles delincuentes en la caja de una de las patrullas y los trasladan a la posta de policía en donde son puestos separadamente en las celdas insalubres de la posta.

Los individuos son Keyla Martínez, de 26 años, estudiante de enfermería, y el doctor Edgar Velázquez Villanueva.  A los detenidos no se les da el derecho de llamar a sus familias, y son puestos en prisión de forma separada, al doctor en compañía de varios detenidos y la joven sola en la celda contigua. Una celda de fundición, oscura, con una minúscula ventana, sin sanitarios y con una baja puerta de barrotes de hierro.

En la detención, nadie le preguntó a la joven si padecía de claustrofobia o de síntomas agorafobia. ¿Y para qué? si sólo era una mujer violando el toque de queda. Bueno habrá que preguntarse si los chafitas saben que se dice “ahora” y no agora y que la agorafobia no es tenerle miedo al ahora, sino llegar a una crisis de ansiedad extrema cuando el ámbito en el que nos encontramos es inseguro.

Aunque en Honduras, las mujeres sufren de ahorafobia (miedo esxtremo al aquí y ahora) pues todos los días es una lucha constante en aras de su propia seguridad.

Bueno no nos desviemos del tema. La chica es puesta en prisión sola. Las horas pasan y según decires del Doctor Velázquez, Keyla paso por un momento de pánico y gritaba que la sacaran de la celda sin tener una respuesta positiva de la parte de los carceleros. Ella continúa pidiendo ayuda y en un momento dado el silencio se hizo.

En la madrugada los prisioneros de la celda de Hombres ven que el cuerpo de la chica, quien estaba sola en la celda, es trasladado inconsciente al interior de la posta.

Al día siguiente aparece un comunicado de la jefatura de policía de la esperanza en el que se dice que la mujer fue llevada al hospital en donde falleció. La causa de la muerte según ese comunicado suicidio por ahorcamiento.

Horas más tarde trasciende que en le libro de registro de ingresos del hospital, aparece que la chica ya estaba muerta al momento de ingreso y que fue trasladada a la morgue.

El segundo capítulo es el proceso que sigue la captura y la muerte.

Ante las circunstancias y las contradicciones entre el comunicado oficial y el registro de entradas, las especulaciones comienzan a circular lo mismo que las sospechas de irregularidades en el proceso de detención y tratamiento de la joven. La familia pide que se esclarezca por autopsia privada la causa de la muerte de Keyla, petición que es negada por el Ministerio Público. Sin embargo, la misma autopsia del ministerio público establece que la muerte de la joven fue por asfixia mecánica. ¡Que interesante término!

Según un artículo de la revista Acta Médica Costarricense en su volumen 6, numero, 2 páginas 119-128 del año 1963 y otro de la revista Medicina Legal de Costa Rica, volumen 25, número 2, setiembre 2008.  La asfixia mecánica es amplia y variada y se puede dar por ahorcamiento, estrangulación, asfixia por sofocación y asfixia por sumersión. Todas estas variantes tienen en común el hecho de que privan al organismo de la víctima del acceso de oxígeno a sus pulmones y consecuentemente al fluido sanguíneo.

Hasta ahora, no es claro lo que el Ministerio público entiende por Asfixia mecánica, pero todo deja entrever que Keyla fue víctima de la variante denominada asfixia por sofocación. Todos los artículos de periódico y los partes noticiosos indican que la víctima presentaba huellas de presión sobre la boca. Una persona miembro del personal de urgencias del hospital de la Esperanza, afirma que ella vio huellas de hematomas en una de sus orejas y que tenía huellas de lodo en su espalda.

Recientemente otro testimonio, en este caso declaraciones de un periodista que guarda el anonimato, dice que en el caso de Keyla están implicados varios miembros de la Policía nacional, entre ellos 4 mujeres policías dos policías y un oficial de alto rango que estaba de guardia en el momento del caso. Según el periodista, el victimario fue el oficial quien perdiendo control por el estado de histeria de la joven le tapó la boca hasta asfixiarla.

El tercer capítulo de esta tragedia son las incongruencias de todo el escenario.

Veamos un poco la situación:

Según la ley orgánica de la policía nacional de 2008 publicada en La Gaceta y aún vigente en lo que tiene que ver con los derechos del detenido, esta reza de la siguiente manera.

“ARTÍCULO 27.- En el acto del arresto o detención de una persona, la autoridad policial deberá explicar y poner al tanto del detenido con la mayor claridad posible, sobre los derechos y extremos siguientes:

1) Los hechos que se le imputan;

2) Sus derechos;

3) El derecho que tiene de no ser obligado a declarar contra sí mismo ni contra su cónyuge, compañero o compañera de hogar ni contra sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, pero que, si decidiese hacerlo, sólo hará prueba la declaración rendida ante el Juez;

4) El derecho de informar su situación a cualquier persona de su elección;

5) El derecho a nombrar un defensor o defensora que lo asista técnicamente desde el momento mismo de su detención y aportar cuantas pruebas considere necesario en beneficio de su defensa; y,

6) Hacerle examinar por un médico o el médico forense, cuando éste o su defensor lo solicite, para dejar constancia de su estado físico o psíquico al ingresar al centro de detención, sin perjuicio de las diligencias policiales que procedan.

ARTÍCULO 28.- Toda persona detenida tiene derecho a que se le brinde las facilidades necesarias a sus parientes, cónyuge, amigos y demás interesados en proveerle alimentos, vestuario y medicina. Iguales facilidades deberán otorgarse a las autoridades de las organizaciones de los Derechos Humanos debidamente acreditadas y a sus defensores en el cumplimiento de sus funciones….

ARTÍCULO 32.- El Estado responderá civilmente por la vida e integridad física, síquica y moral de las personas detenidas por la policía; los agentes que hayan participado en los procedimientos policiales correspondientes, acarrearán solidariamente la responsabilidad a que hubiere lugar en Derecho.

ARTÍCULO 33.- Se prohíbe a los miembros de la Carrera Policial:

1) Realizar cualquier actuación que conlleve abuso, arbitrariedad o uso excesivo de la fuerza…”

Ahora bien, cuantas preguntas por resolver quedan al leer esto. Pues muchas, puesto que no es claro si los detenidos tuvieron la oportunidad de hacerse leer sus derechos y a si se aplicaron los derechos mismos. Por ejemplo, el inciso 4 del articulo 27 (avisar a la familia o los amigos que habían sido detenidos) o el inciso 5 del mismo artículo y de toda evidencia el artículo 32 fue violentado al 100% al no asegurar el cuerpo policial la integridad física y psíquica de los detenidos y en especial de Keyla.

Otro aspecto interesante de este caso es la nube de misterio que cubre las declaraciones tardías de su “amigo” el doctor. A este le tomo 72 horas antes de salir de su guarida para recitar ante los medios su versión de los hechos. En sus declaraciones dice haber sido testigo auditivo de una crisis de pánico de Keyla en la celda vecina el la cual amenazaba con matarse. Que él desde la celda vecina trataba de calmarla y que en un momento dado ya no se escuchó nada.

Existe un video del momento de la llegada de los dos detenidos a la posta, en el que se ve al médico desesperado y en pánico porque está esposado y porque va a perder su turno en el Hospital (cual turno, si según el director del Hospital es susodicho está de vacaciones hasta el 26 de febrero). Keyla por su parte trata de calmarlo y le dice: “no los escuche a ellos míreme a mí”. Lo que demuestra un cierto autocontrol de parte de la víctima y trata de ayudar a su amigo.

El otro aspecto sospechoso del caso es que, al momento del supuesto suicidio ¿Por qué en lugar de sacar de la celda al MÉDICO, que como buen juramentado hipocrático su deber es salvar vidas, los policías acuden al hospital que se encuentra a cierta distancia de la posta? Aún si en el guion recitado por el médico dice haber ofrecido su ayuda. ¿Qué paso entonces?

Las declaraciones públicas del médico no dicen en ningún punto si el o sus compañeros de celda oyeron ruidos de sofocación o intervención de auxilio de parte de los policías de guardia. O que él y sus compañeros de celda se hayan unido al clamor de ayuda de Keyla. Peor aún ¿dónde están los otros detenidos? El doctor sólo se limita a decir que eran gente humilde, como si el hecho de ser humildes los vuelve pendejos. Pendejos no, pero si pueden ser víctimas de la intimidación y ser llamados forzadamente al silencio.

Las incongruencias continúan. El informe policial dice que Keyla trató de ahorcarse con su suéter. Pero ¿Dónde está la prueba física o siquiera la foto del suéter atado a la reja o donde sea que se haya suicidado Keyla? Hombre, con los celulares es lo de menos. Pero parece ser que a los chafitas se les había descargado el celular.  Mas aún, si nos basamos en un procedimiento mínimo y a sabiendas que aun si se trataba de un intento de suicidio, la celda se convierte inmediatamente en una escena de crimen, sobre todo si se da en un puesto de policía. Pero vea usted, la celda nunca fue sellada a la espera de la pesquisa del Ministerio Público. La celada en todas las gráficas se ve abierta y sin ninguna huella de haber sido el objeto de una pericia.

Y las incongruencias continúan, cuando el Ministerio Público le niega a la familia el derecho de una autopsia independiente, pero admite, según el periódico digital CRITERIO, que Desde el punto de vista médico forense la manera de muerte es homicida”

El capítulo siguiente es el vínculo de su amigo con la clase política en el poder.

El Doctor Velásquez Villanueva, según los decires de los vecinos de la Esperanza es una persona acomodada y descendiente de una familia allegada a las elites de poder. Es sobrino, según otros, del comisionado de la Policía Nacional de Honduras, general Félix Villanueva. Otro hecho que perfila como alguien que cuanta con buenos recursos es que su abogado no es otro que un conocido abogado que defendió con éxito a ciertos implicados en caso pandora y conocido en ciertos medios como el abogado de los ladrones de cuello blanco.

Estos hechos, casi sin importancia dirían algunos, vienen a poner más bemoles a las declaraciones del doctor. Pero bueno, en jurisprudencia todo acusado es presumido inocente hasta prueba de lo contrario. El asunto es que en Honduras aun los culpables probos son declarados inocentes, aún con las pruebas en las manos. Y como lo digo en el titulo de esta nota los garrobos y las gallinas no mueren ahorcados en una celda.

Y aquí, como en muchas esas novelas surrealistas el desenlace queda abierto y diez años mas tarde después de haberla leído a muy  pocos o a nadie le importara la suerte que corrió Keyla como a casi nadie le importó la suerte de los asesinos de Ricci Mabel.

Conclusión

Personalmente y puesto que en Honduras ha sido práctica común el irrespeto de las leyes y las malas condiciones de las cárceles, así como el mal tratamiento de los detenidos (Recordemos el incendio de la granja penal el 14 de febrero de 2012), creo que en el caso de Keyla se trata de un homicidio. Pero probablemente el sistema judicial corrupto de Honduras se encargará de dejarlo como un caso en el que una borracha violó el toque de queda y como estaba bola y depresiva se ahorcó. Que Keyla era una criminal porque violó una disposición gubernamental. Que aun si el ministerio Publico en su autopsia dice que se trata de un homicidio, y ya lo dijo el criminalista aquel “lo que cuenta es la escena del crimen”.  ¿Cuál escena del crimen? Si esta está más pisoteada que la constitución de la república y la dignidad del pueblo hondureño.

Y, otra vez, las víctimas aparecerán como los culpables y los culpables, los verdaderos culpables, se encontrarán siempre del lado de los que manejan las cuerdas de los títeres en esta cruenta y grotesca comedia de sociedad que es Honduras en la actualidad.

Esta tragedia, es una prueba del Estado fallido en el que nos ha sumergido la dictadura civicomilitar, cachurecoliberal, laicoeclesiástica de Juan Orlando Hernández. Nos decían los cursos de filosofía que una de las leyes de la dialéctica materialista era la unidad y lucha de contrarios, pero nunca pensé que la unidad de contrarios fuera tan evidente en la práctica en Honduras.

jueves, 11 de febrero de 2021

Elecciones, haraganes, políticos y majadería.

 Por Dario Izaguirre

Historiador y arqueólogo.

 

Mi querida tierra, mi querida Honduras, ¿Quién te mató antes de nacer? ¿Quién te dio nombre de mujer para permitirse violarte después?

Preguntas retoricas y talvez sin sentido, pero que igual duelen en el alma cuando ves que tu país retrocede. Cuando ves que en Pencaligüe (Como diría Omar Aquiles) la edad media no ha pasado. Cuando en mi Honduras, la vida de una gallina o de un garrobo vale más que la de cuatro mujeres asesinadas en 48 horas. Eso es la Honduras de hoy, una Nación violada, vendida o prestada en retazos, una nación destruida por la inclemencia del tiempo y por la inclemencia de las clases que dominan la política y la economía.

Hace unos días me preguntaba una periodista en entrevista, que pensaba yo de la manera de hacer política en Honduras y que por qué los hondureños, se decía, éramos haraganes y apáticos.

Mi respuesta fue que, desde mi punto de vista, la manera de hacer política en Honduras está desfazada y pasada de moda. Que las prácticas de los políticos hondureños no han cambiado en casi 200 años de vida independiente. Que en nuestro país la época de los caudillos y del personalismo no ha pasado. Que las instituciones políticas son aun partidos de patronazgo o partidos de gobierno y me atrevo a decir que el fondo ideológico de los principales partidos de Honduras no es tan antagónico como parece.

Aun los partidos más a la izquierda siguen haciendo uso de practicas electorales gastadas y que no los diferencian en nada, en la manera de hacer campaña de los últimos 40 años, de los cachurecos y los colorados. Se siguen practicando elecciones internas en las cuales, al final lo que queda es una amalgama candidatos que no son necesariamente los mejores elementos de cada corriente que participó en el proceso sino aquellos que pusieron más plata. Las elecciones internas son una mascarada de democracia y un desperdicio de dinero.

Según el periódico digital Tu Nota del 21 de enero de del 2021, las elecciones internas de 2021 en Honduras costaran 1100 millones de Lempiras, o sea, más de 46 millones de dólares gringos. En la provincia de Quebec en Canadá, con una población parecida a la de Honduras y con una extensión territorial de 1,542,056 km², es decir trece veces más grande que Honduras el costo de las elecciones para primer ministro es de 74 millones de dólares americanos -1692 millones de lempiras una vez cada cuatro años. Esa cantidad incluye el censo, los salarios para los directores de las mesas de escrutinio y las contribuciones públicas y privadas. Además, teniendo en cuenta el ingreso per cápita de los quebequenses, los costos son por decirlo así normales.   Pero el costo de los procesos electorales en Honduras (primaria y generales) es de 1800 millones de lempiras (76 millones de dólares gringos) y eso son las cifras, sólo para el TSE, eso no incluye las partidas que se invierten en el RNP ni los milloncitos que se van por la banda como contribuciones privadas y coimas a los candidatos. Imagínese usted que parte de esos millones desperdiciados en las elecciones internas fuesen invertidos en aulas, libros, medicinas equipo médico… y no en impresión de papeletas, transporte, caravanas y regalías efímeras que no hacen más que incentivar el clientelismo y enriquecer a ciertos candidatos. Imagínese usted la diferencia.

Honduras es uno de los pocos países en el mundo en donde se da esa farsa (11 países son los principales representantes de esta práctica: Argentina, Armenia, Costa Rica, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Honduras, Uruguay, Venezuela y República Dominicana), pero es uno de los pocos también, en donde no tenemos Estado de derecho, que se supone es la base de la democracia, he ahí una paradoja.

El político hondureño, salvo excepciones, sólo está presente al momento de las elecciones. Esperando unos meses antes para formarse una camarilla local que le ayudará a formar su sequito de clientes. No clientes en el sentido capitalista del término sino clientes en el sentido Romano. En Honduras aún se aplica la Máxima “Pan y Circo” de la Roma antigua. Los políticos romanos ganábanse el voto o la simpatía de la plebe por medio del clientelismo. Regalando comida barata y entretenimiento se lograba una alienación del pueblo que lo despojaba de su espíritu crítico mientras a la vez se sentía satisfecho por esa falsa generosidad de los gobernantes. Esta estrategia demostró ser una forma muy efectiva de acceder al poder en Roma y lo sigue demostrando en Honduras. Mi padre, liberal de cepa, llamaba a los clientes “liberales de estómago” para diferenciarlos de los liberales de convicción que eran pocos.

Las campañas electorales en Honduras están basadas en eso. El señor diputado que llega al pueblo sacando billete, dando burras, dando balones y uniformes de futbol. Como el mejor mago del mundo saca conejos de su chistera, el candidato saca proyectos como por milagro. Proyectos que nunca sacó en sus 3 años de gestión. El señor diputado o el político de oficio a quien nadie vio abrazando a los desposeídos hoy, año electoral, es el ser más campechano y chinea cipotes meados. Eso es la política hondureña. Una política de clientelismo, alienante y despojada de todo sentido crítico. No hay una sola escuela política en Honduras que esté destinada a la formación critica de su militancia y menos aún de las bases y los que intentan hacerlo son acusados de termocéfalos utopistas, paleadores de nubes.

En lo de que somos haraganes, cuando me lo dijo me reí. Porque es un estigma, una marca negativa, que nos viene desde la colonia. En las crónicas de Antonio de Herrera en 1601 ya se decía eso de los pobladores indígenas de Honduras. El colonizador no había comprendido que el afán de acumulación de bienes no era la prioridad de los indígenas. Que el prestigio y la calidad de persona residía en valores que tenían que ver con la praxis cotidiana. Ser buen cazador, ser valiente en la batalla, saber deslizarse sobre el rio en un pipante o simplemente conocer la montaña eran los valores que hacían de vos una persona, un lider.

Para el colono esos valores no contaban, puesto que ellos habían venido aquí a trabajar como mulos para ellos, para pagarle los tributos a la corona y granjearse un estatus en la nueva sociedad. Y este estigma del indio haragán atraviesa generaciones y muchos terminamos creyéndolo. Pero nadie nunca se ha preguntado el papel que la dominación económica y política ha jugado en este asunto.

¿A quién le gusta trabajar gratis? O a quién le gusta sembrar para que al final de la cosecha entregar el fruto del trabajo a alguien que no se ha sudado las entrepiernas. Y eso ha sido la realidad de los campesinos, de los indios de los negros y de los profesionales de Honduras. Ese país donde un diputado gana mas que un médico. En donde muchos profesionales trabajan en el sector informal porque es más rentable tener una chiclera que enseñar en un colegio privado. En tal sentido muchos de nuestros coterráneos prefieren la mendicidad y el dinero fácil que de una u otra manera, son trabajos también y, dicho sea de paso, más arriesgados que un trabajo fijo, pero además exentos de toda deuda.

Ahora bien, además de las causas mencionadas arriba, cuáles son las causas estructurales de esa susodicha empatía, pereza, clientelismo…

No soy sociólogo para hacer un análisis de la cosa, simplemente soy un observador y un crítico, sin fundamentos talvez, pero consciente de los cambios y de la involución de la sociedad hondureña en los últimos 40 años.

Desde mi punto de vista, el nefasto papel de las sectas religiosas, las iglesias y los fanáticos religiosos que han hecho de Honduras uno de los pueblos más pseudofundaentalistas de América, es una de las causas. Este fenómeno de alienación sectaria, ha hecho que los hondureños se lo dejemos todo a Dios. En el decir de la feligresía Al chucho amarillo no lo han matado porque Dios lo protege. El poder de Dios es el que quitará el mal gobierno. Dios nos bendice con buen presidente que tenemos. Honduras es un estado laico, pero sacamos a la virgen de Suyapa y al cardenal en los helicópteros del Estado a regar aceite para protegernos del mal, se ora en el congreso Nacional y se da financiamiento a las iglesias cristianas, los militares y policías oran al mismo Dios antes de reprimir y matar a su propio pueblo. Dios es la causa y el efecto de todos los bienes y los males de Honduras. El recrudecimiento de esa fe ciega en esa entidad celeste, hace que la gente siga creyendo que los comunistas se comen a los cipotes, que en Cuba hacen jabón con los viejitos y que los ambientalistas niegan la voluntad de Dios puesto que el calentamiento global es voluntad divina y no producto de la insensatez humana.

Los pastores, curas, apóstoles, fanáticos o como queramos llamarles (evidentemente toda regla tiene su excepción no todos son fanáticos), bajo pretexto de llevar el pan de la divinidad y la salvación al pueblo, se convierten en cómplices de masacres, de propagación de enfermedades, de represión, de hambre de segregación étnica y de género, etc. Son homófobos, provida, pedófilos, abusadores, ladrones de cuello blanco y todo eso en nombre de Dios, al igual que los cruzados y los que en nombre de Dios exterminaron poblaciones enteras en el pasado. Bajo el santo sudario de la divinidad, le prohíben al feligrés el rebelarse contra un estado despótico, un Estado ilegitimo y soportado sobre la base de la corrupción, el narcotráfico y de la impunidad. Nos enajenan y nos vuelven máquinas de recitar versículos de la biblia de memoria. Ese es el papel que teóricos como Poulantzas les atribuyen a los aparatos del estado de los cuales las iglesias forman parte y en la práctica ese es el papel que juegan en Honduras.

El otro aspecto de la susodicha empatía es el miedo. ¿Quién dijo miedo?  Bueno, yo digo miedo. Porque si bien es cierto que durante mas de 10 años un cierto número de ciudadanos ha puesto el pecho en las calles, también es cierto que el terrorismo de estado ha sido eficaz. Creo y sin temor a equivocarme que los hondureños en 10 años han absorbido mas gas lacrimógeno que los salvadoreños en 10 años de revolución. Que proporcionalmente al tipo de protesta que se ha dado en Honduras, ha habido más muertos, presos políticos y desaparecidos que en situaciones de guerra de guerrillas. El aparato represivo en Honduras ha sido eficaz en todos los sentidos. Intimidación, amenaza, asesinato, violencia física, sicariato… han sido la orden del día y lo siguen siendo. Y el miedo cala hasta al más valiente. Entonces el miedo del común del pueblo es producto de esa campaña de terror estatal.

Pero también, el terror estatal nos ha empujado al desgaste político; al cansancio y en última instancia al valeverguismo, como diría Filander Díaz Chávez. Sí, el desgaste político ha llevado a muchos a quedarse solamente como espectadores, como asistentes en una corrida de toros en donde raras veces el vencedor es el toro sino el payaso con la muleta y la verónica. En nuestro caso los payasos con uniforme y fusiles y aquellos de saco y corbata.

En lo que concierne el clientelismo, este desaparecerá cuando desaparezca el hambre, cuando el candidato deje de jugar con las necesidades del pueblo y se dedique ha hacer su trabajo, servir y no robar a quien le elige. Cuando en lugar de regalar burras y piñatas, les enseñe a sus electores a salir del marasmo y a convertirse en un elemento productivo capaz de criticar y autocriticarse. Pero para eso el mismo candidato tiene que dejar de ser un parásito que ocupa un puesto para ganar un salario y convertirse en represor de los mismos que lo eligieron cuando reclaman lo que se les debe. Creo que estamos a años luz de lograr eso.

En resumen, si Honduras está hundida no es porque el hondureño es haragán. Un colega me decia; y cito: 
Fijate que eso de que el hondureño es haragán es una tontera que se sigue repitiendo. Es fácil de demostrar que no lo es, por que ¿Quién ha construido las ciudades, quién ha producido en el campo durante siglos, quién construyó los caminos, los puertos, aeropuertos, edificios, puentes, etc.? 

Y en verdad este colega tiene razón.

La causa histórica del atraso de Honduras, no es una cuestión de pereza mental o ciudadana. La causa principal ha sido la corrupción de la clase política tradicional y el entreguismo. Sumado a eso, la mala distribución de los privilegios y la riqueza por miedo a perder el poder. Nuestros ricos, como los ricos de América Latina, tienen miedo de ceder un ápice de tierra o unos cuantos pesos para educar al pueblo, porque le tienen miedo a una clase de obreros y campesinos educados. Idiotas, no se dan cuenta que con un pueblo educado y con acceso a un trabajo digno, un país progresa. Aun en eso, nuestro país en lugar de enriquecerse el mismo esta ayudando a estimular la economía de las islas Caimán, de Barbados y todos los paraísos fiscales existentes en el mundo.

Invertimos en Honduras, dicen nuestros oligarcas, pero alguno de ustedes sabe ¿cuántas cuentas bancarias de los millonarios de Honduras están en el exterior y cuántos millones de dólares generados en Honduras se pierden por causa de la política entreguista de nuestra clase política?

Honduras no se vende (dijo por allí un político) pero la podemos prestar a largo plazo para generar empleo.  He ahí un ejemplo de falta de visión de Nación que dista mucho de aquella del general de hombres libres que decía, la soberanía de un pueblo no se discute, se defiende con las armas en la mano.

Si en realidad invirtieran no necesitaríamos las ZEDES que no son más que un ejemplo de la entrega de nuestra soberanía. De manera empírica existen dos tipos de inversión. Aquella en la que se pone capital en un negocio para multiplicarlo y luego guardar el pisto en un hoyo, y la otra que implica poner pisto en un negocio, multiplicarlo y generar otros negocios y que esos negocios contribuyan al enriquecimiento del Estado vía la captación de impuestos que, administrados de manera honesta y transparente, retornan a sus contribuyentes en forma de obras, educación, salud, etc. Pero eso en Honduras es lo contrario lo que se hace. Se exime de impuestos a las grandes empresas, el hierro, por ejemplo, no es considerado como metal precioso y por tanto libre del pago de impuestos.

Entonces ¿estamos jodidos porque somos haraganes? ¡no! ¿estamos jodidos porque estamos gobernados sempiternamente por ignorantes con complejos de estadistas?  ¡si! ¿Estamos jodidos por el miedo que nos infunden los pastores y los curas retrógradas que viven en el tiempo de la inquisición, pero que se vuelven millonarios con los diezmos? ¡Si!  Estamos jodidos porque como pueblo hemos siempre confiado en los caudillos y no en los líderes surgidos del pueblo mismo. De todas maneras, a esos los eliminan los detentores del poder y del capital.

Tenía razón el viejo Marx al afirmar que todo fenómeno social tiene su origen en los fenómenos económicos.

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