Bueno pues, era ya tiempo de romper el silencio. Tal parece que la desaparición física de mi madre me condujo a encerrarme en mi mismo y olvidarme un poco de ustedes. Sin embargo, estoy aquí de nuevo y en los días que siguen les regalaré algunos de los recuerdos de que me quedaron de esa señora que atravesó fronteras geográficas, temporales, psicológicas y hasta paranormales.
Como ya he dicho antes, mis padres son dos campesinos que apenas pasaron algunos años en la escuela. Pero, a pesar de eso eran visionarios y dieron lo que pudieron por que sus hijos no fueran tamales, aun si el refrán popular dice que el que nació p’a tamal, del cielo le caen la hojas.
Mi mama aprendió muchas cosas de la vida y de las demás personas con las que convivió. Ella se empeñó también a transmitir esos conocimientos à aquellos que se interesaron en aprenderlos. Su cultura fue nutrida por el rose con gentes físicas que tenían una cierta apertura hacia el mundo en diferentes ramas del conocimiento. Sus referencias mas frecuentes eran el doctor Contorosqui, el Padre Orcullo, Don Manuel Barrera, Joaquín Suazo (el de la farmacia Sn José) y otros que por el momento sus nombres se me escapan.
Otras personas, más virtuales que físicas, contribuyeron también a la construcción de su cultura. Ella creció escuchando los discos de Carlos Gardel, del El Indio Pan de Rosa, de Paladino, de Pedro Infante, de Jorge Negrete, de Libertad Lamarque y de María Félix entre otros. También la radio puso su grano de arena. Así, las radionovelas mexicanas (Chucho el roto, Rayo de plata, Kalimán) y los programas de la radio (Casos cosas de casa, el profesor Onordún (me estás escuchando!!!!) y las pencadas de Tres Patines, Margarito el guardia y Pancho madrigal, entre otros) nutrieron su bagaje cultural.
No debemos olvidar que era una devota del noticiero del mediodía, de La Gaceta informativa (bien me acuerdo que el lema decía: La libertad de prensa es el más grande valuarte de la libertad y no puede ser restringida más que por gobiernos despóticos… Gaceta informativa…) y de Andrés a las diez. Eso le permitía mantenerse al corriente del acontecer político y social del país y del mundo.
Su perfil político fue muy interesante. La Manina fue conservadora. Con esto quiero decir militante del Partido Conservador Nicaragüense que se oponía a los liberales liderados por la Familia Somoza, al contrario, la Manina fue oponente de la guardia Nacional y crítica acérrima de los bandoleros quienes le quemaron su casa.
Una vez casada con mi papa la Manina se convirtió en una liberal hondureña de cepa. En honduras el Partido liberal se oponía a la dictadura Cariista y a sus descendientes. Ella adoptó la fe política de su marido y colaboró con él a esconder perseguidos, tanto de la represión cachureca como a revolucionarios opositores a la dictadura de Somoza.
Durante los años 1960 y 1970, Manina vivió la zozobra provocada por Cabos Cantonales, Un episodio negro en la historia de Honduras.
El tiempo paso y los procesos políticos también. La inestabilidad política en Nicaragua le hizo tomar partido o renovar sus convicciones antisomocistas. Se convirtió en simpatizante de la causa del FSLN y en defensora y guardiana de los sobrinos que, por circunstancias evidentes, se encontraron refugiados en Honduras.
Pero hubo un cambio en sus opiniones políticas. El triunfo de la Revolución Sandinista trajo consigo un viraje posiblemente inesperado por mi mama. La revolución era una Socialista y socialismo para mi mama era igual a ateismo, ha hacer jabón con los viejitos y vender los niños a Fidel Castro. Así, ayudada por las campañas de desprestigio llevadas a cabo por Moisés Ulloa Duarte, La radio clandestina de la contra (Radio 15 de septiembre) y evidentemente por la noticias tergiversadas de diario La Tribuna y La prensa, la Manina se convirtió en enemiga política de los Sandinistas. Los argumentos de mi mama junto con los de mi primo Plutarco eran invencibles. Y cuando los argumentos no funcionaban, una amenaza de baño de agua caliente ahuyentaba a cualquiera que le dijera que Tomas Borge Martínez era su primo.
Ella creía en Dios y como buena creyente, creía en lo que le transmitían los sermones del cura y los sermones de los fieles periodistas católicos. Pero hubo ciertos fenómenos que vinieron socavar las sólidas bases ideológicas. Su hijo menor, un flaco desgreñado y rebelde, decidió que era tiempo de explorar algo nuevo que era tiempo de explorar nuevos planteamientos. Este flaco comenzó a estudiar los escritos de Marta Hernaker, Gregorio Seltzer, las novelas de Márquez y otros escritos que en ese tiempo eran clandestinos en honduras. Mis dos hermanas mayores se hicieron protestantes, un insulto a su fe católica, u su hija menor se casó. A pesar de todo eso, nunca nos dejo de querer y de darnos su apoyo.
Esa fue mi mama. Una mujer polifacética forjada por los cambios y la edad.
Este escrito refleja un poco quien era mi madre:
Como ya he dicho antes, mis padres son dos campesinos que apenas pasaron algunos años en la escuela. Pero, a pesar de eso eran visionarios y dieron lo que pudieron por que sus hijos no fueran tamales, aun si el refrán popular dice que el que nació p’a tamal, del cielo le caen la hojas.
Mi mama aprendió muchas cosas de la vida y de las demás personas con las que convivió. Ella se empeñó también a transmitir esos conocimientos à aquellos que se interesaron en aprenderlos. Su cultura fue nutrida por el rose con gentes físicas que tenían una cierta apertura hacia el mundo en diferentes ramas del conocimiento. Sus referencias mas frecuentes eran el doctor Contorosqui, el Padre Orcullo, Don Manuel Barrera, Joaquín Suazo (el de la farmacia Sn José) y otros que por el momento sus nombres se me escapan.
Otras personas, más virtuales que físicas, contribuyeron también a la construcción de su cultura. Ella creció escuchando los discos de Carlos Gardel, del El Indio Pan de Rosa, de Paladino, de Pedro Infante, de Jorge Negrete, de Libertad Lamarque y de María Félix entre otros. También la radio puso su grano de arena. Así, las radionovelas mexicanas (Chucho el roto, Rayo de plata, Kalimán) y los programas de la radio (Casos cosas de casa, el profesor Onordún (me estás escuchando!!!!) y las pencadas de Tres Patines, Margarito el guardia y Pancho madrigal, entre otros) nutrieron su bagaje cultural.
No debemos olvidar que era una devota del noticiero del mediodía, de La Gaceta informativa (bien me acuerdo que el lema decía: La libertad de prensa es el más grande valuarte de la libertad y no puede ser restringida más que por gobiernos despóticos… Gaceta informativa…) y de Andrés a las diez. Eso le permitía mantenerse al corriente del acontecer político y social del país y del mundo.
Su perfil político fue muy interesante. La Manina fue conservadora. Con esto quiero decir militante del Partido Conservador Nicaragüense que se oponía a los liberales liderados por la Familia Somoza, al contrario, la Manina fue oponente de la guardia Nacional y crítica acérrima de los bandoleros quienes le quemaron su casa.
Una vez casada con mi papa la Manina se convirtió en una liberal hondureña de cepa. En honduras el Partido liberal se oponía a la dictadura Cariista y a sus descendientes. Ella adoptó la fe política de su marido y colaboró con él a esconder perseguidos, tanto de la represión cachureca como a revolucionarios opositores a la dictadura de Somoza.
Durante los años 1960 y 1970, Manina vivió la zozobra provocada por Cabos Cantonales, Un episodio negro en la historia de Honduras.
El tiempo paso y los procesos políticos también. La inestabilidad política en Nicaragua le hizo tomar partido o renovar sus convicciones antisomocistas. Se convirtió en simpatizante de la causa del FSLN y en defensora y guardiana de los sobrinos que, por circunstancias evidentes, se encontraron refugiados en Honduras.
Pero hubo un cambio en sus opiniones políticas. El triunfo de la Revolución Sandinista trajo consigo un viraje posiblemente inesperado por mi mama. La revolución era una Socialista y socialismo para mi mama era igual a ateismo, ha hacer jabón con los viejitos y vender los niños a Fidel Castro. Así, ayudada por las campañas de desprestigio llevadas a cabo por Moisés Ulloa Duarte, La radio clandestina de la contra (Radio 15 de septiembre) y evidentemente por la noticias tergiversadas de diario La Tribuna y La prensa, la Manina se convirtió en enemiga política de los Sandinistas. Los argumentos de mi mama junto con los de mi primo Plutarco eran invencibles. Y cuando los argumentos no funcionaban, una amenaza de baño de agua caliente ahuyentaba a cualquiera que le dijera que Tomas Borge Martínez era su primo.
Ella creía en Dios y como buena creyente, creía en lo que le transmitían los sermones del cura y los sermones de los fieles periodistas católicos. Pero hubo ciertos fenómenos que vinieron socavar las sólidas bases ideológicas. Su hijo menor, un flaco desgreñado y rebelde, decidió que era tiempo de explorar algo nuevo que era tiempo de explorar nuevos planteamientos. Este flaco comenzó a estudiar los escritos de Marta Hernaker, Gregorio Seltzer, las novelas de Márquez y otros escritos que en ese tiempo eran clandestinos en honduras. Mis dos hermanas mayores se hicieron protestantes, un insulto a su fe católica, u su hija menor se casó. A pesar de todo eso, nunca nos dejo de querer y de darnos su apoyo.
Esa fue mi mama. Una mujer polifacética forjada por los cambios y la edad.
Este escrito refleja un poco quien era mi madre:
Panfleto a mi madre
Ella vio morir países dando a luz
Ella vio países cansados levantarse del polvo
Ella vivió guerras de trincheras
Ella combatió en batallas por amores que a veces no eran suyos
Ella siguió varias guerras a través del telégrafo
Siguió otras por el milagro de Marconi
Y vio otras en esas cajas mágicas vendedoras de ilusión
Ella triunfó en la batalla de su vida
Ella vio diluirse la justicia divina
Ella vio sotanas cambiarse por fusiles
Unos de justicia otros de represión
Ella vio el refran
Dominus vobiscum....
Et cum spiritu tuo....
Cambiarse por este otro
Globalization vobiscum
Et spiritus pecunia
Ella comió en la plenitud de la pobreza de los veinte
Ella vivió y durmió al resplandor de la oscuridad
Y se despertó un día bajo la sombra de la energía nuclear
Ella festejo el triunfo de los barbudos del mar Caribe
Ella los fustigó cuarenta años después
Ella se crió entre la frontera del rojo libertador
Y la del azul masacrarte del odio
Ella me crió temiéndole a Dios y al Socialismo
Y ese fue su único fracaso
Ella me crió cantándole al olvido
Y yo ahora le canto a su recuerdo
Ella me dio a su modo todo lo que poseyó
Yo le quité más de una vez sus esperanzas
Ella era mi madre
Yo el hijo que le extraña.
Dario Izaguirre Val-d’Or 19-04-2011
Ahora que ella se fue, en los días a venir, les contaré una serie de episodios que ella me contó cuando era un chigüín.
Por ahora los dejo,
Un abrazo.