El último episodio de la entrevista de mi mama. En este pedazo de biografía mi mama nos cuenta dos hechos históricos que marcaron la vida de Honduras y Nicaragua.
Los hechos pasan entre 1959 y 1963, en Centro América los primeros brotes revolucionarios organizados comienzan a tomar forma. Así en nicaragua el Partido Socialista Nicaragüense organiza una brigada de guerrilleros que ingresan a honduras por la frontera sur oriental entre Honduras y Nicaragua. En esa brigada se encontraba Carlos Fonseca Amador, fundador del FSLN. Tal parece que mi abuelo los escondió en la casona de La Arabia. Estos guerrilleros fueron emboscados en un punto conocido como El Chaparral. En ese lugar los ejércitos de Honduras y Nicaragua emboscaron los guerrilleros, mataron un buen número de ellos y capturaron a Fonseca. http://en.wikipedia.org/wiki/Carlos_Fonseca
Los cambios políticos en Honduras llevan al poder en esos años al Dr. Ramón Villeda Morales quien impulsó un cierto número de reformas bajo la presión de movimientos sociales hondureños. Estas reformas socializantes constituían un peligro para los grupos patronales de la época. De esta forma en 1963 el ejército da un Golpe de Estado que genera una ola de represión contra los miembros del partido Liberal y de los sectores organizados de Honduras. Es el nacimiento de Los Cabos Cantonales que sembraron el terror en la campiña hondureña.
El pasaje de los guerrilleros de El Chaparral y el golpe de Estado de 1963, son abordados por la doña. Aquí pues les dejo este ultimo capítulo de esta entrevista.
DI.- Yo quiero que me cuente una pasada cuando pasaron unos guerrilleros por allí
VM.- ¡Si! Pasaron, con armas unos rifles llevaban… Los encerramos… los tuvimos encerrados allí en una pieza, escondiéndolos.
DI.- ¿Quienes eran esos hombres?
VM.- Fijate vos que de los nombres de esos hombres no me acuerdo. Pero me parece que uno de ellos era Fonseca. El clavo es que no era yo quien lidiaba con ellos, era más José quien se ocupaba de ellos. Yo lo único que hacia era la comida. Uno de ellos salía y les llevaba la comida a los que estaban adentro. Allí estuvieron dos días y dejaron un poco de rifles.
DI.- ¿Quién fue el que le regaló a usted un estuche de cirugía pues?
VM.- Un doctor que iba allí con ellos, pero yo no se como se llamaba ese doctor, era un gringo, era blanco y no hablaba bien el español y el me regaló el estuche con unas jeringas de vidrio, agujas, unas tijeritas y un poco de gasa y unas ristrotas de pastillas sulfatiacinas (chumpinas) sulfatiasol y una caja de penicilinas. Y se fueron.
DI.- ¿Y para donde se fueron?
VM.- Ellos la salida que dieron fue para ese chaparral (región montañosa del municipio de Las Trojes). Ellos dijeron que se iban para Nicaragua, pero luego dijeron en las noticias que los habían matado a todos allí en el Chaparral.
DI.- ¿Y los rifles que dejaron?
VM.- Los rifles que dejaron los enterraron allí adentro de la casa. José los enterró adentro de la casa en la pieza donde dormían los hombres, a la orilla de la pared. Como el piso era de ladrillos de barro, sacó los ladrillos, hizo el hoyo y allí los enterró. Luego puso el ladrillo de nuevo y no había ni seña de que había algo enterrado allí.
Cuando los militares llegaron las armas ya no estaba allí. Don Lencho las había sacado. De noche los sacó don Lencho.
DI.- ¿Quien le ayudó a mi Abuelo a sacar los rifles? Por que yo me acuerdo que una vez mi papa contó esa historia y contó que otro hombre de allá de la montaña que era amigo de él le ayudo a transportar los rifles. Cubierto con hojas de pacaya.
VM.- Si las sacaron en mulas con angarillas tapadas con hojas de pacaya, para una navidad, y las habían escondido en unos escaños que había donde don Lencho que tenían como una gaveta, allí los escondieron. De allí a saber que hizo tu Papita con ellos.
¿Y cuando fue que usted mando a buscar a los militares debajo de las cacas de gallina?
VM.- Eso fue otra vez, cuando llegaron a rodear la casa, eso fue cuando el golpe de Estado (1963 golpe militar contre Ramón Villeda Morales). Eso fue cuando el golpe de pajarito. Allá estábamos en la Arabia cuando el golpe.
DI.- ¿Ustedes no vivían todavía en el Palo verde?
VM.- No, allí estábamos en La Arabia para el golpe de Estado, y llegaron los soldados y rodearon la casa. Allí llevaron a don Lencho con ellos. Y ya se puso don Lencho recostado en la mula que tenía porque no llegaban carros todavía.
Eso tronaba el tropel de los militares en el contorno de la casa. La mula de don Lencho se metió al corredor de la casa y él se puso a ver los militares lo que hacían en su casa.
Y veo que están desarmando a don Lencho. Entonces me voy por una puerta que daba por detrás hacia la finca, para ir a esconder la pistola de José y metérmela yo en la bolsa del delantal porque la pistola era chiquita.
Yo que entro por la puerta del lado para sacar la pistola de debajo de la almohada y José que sale por la otra puerta para dársela a los militares. Mirá vos ese José a sido miedoso. La perdió la pistola. Si yo la hubiera agarrado no la pierde.
Y entonces registrando todo aquello, levantando cajones, abriendo los armarios, los bunques de maíz que tenia don Lencho. Y me dicen a mí ¡abra ese cofre! Y les digo yo: aquí no les tengo nada yo, aquí sólo cosas privadas tengo yo… mi ropa… y yo no tengo nada… y además aquí no hay adelitados y aquí no hay nada de lo que ustedes buscan. Y entran a la cocina y tratan de abrir un bunque que había allí… uno entra con el rifle y otro lo seguía con una pistola y les digo yo: Allí en ese bunque no hay nada, saben onde hay, les digo yo, Allí debajo del tambo de esta cocina, allí hay algo. Y se van en carrera a buscar debajo de la cocina… y allí sólo mierdas de chancho había… (nos reímos). Y salen los soldados todos llenos de mierda, y les digo yo: Verdad que encontraron lo que buscaban. Mierda buscan, mierda encontraron… Y aquellos hombres bravísimos, se van a registrar la casa de don Alfonso Pagoada…
Allí le rodearon la casa a don Alfonso… y le dicen allí en esa casa de Lorenzo Molina hay una mujer arrechísima que si hubiera tenido rifles se agarra con nosotros.
DI.- Mi papa me dijo que ese do Alfonso fue quien le ayudó a bajar las armas de los guerrilleros a mi papa. El era nicaragüense verdad.
VM.- Si de allí de la Segovia, de Ocotal. El papá de Isacio Pagoada.
Aquí termina esta entrevista con doña Virginia Martínez. Una serie de anécdotas que nos ha llevado por el mundo cambiante de una gran parte del siglo XX. Espero que las historias contadas, tanto por mi padre como por mi madre sirvan a las nuevas generaciones a conocer mejor los orígenes de nuestra familia. Es posible que las historias también tengan parecido con las vividas por otros abuelos y abuelas de otros lectores. Si es el caso compártanlas y coméntenlas.
Los hechos pasan entre 1959 y 1963, en Centro América los primeros brotes revolucionarios organizados comienzan a tomar forma. Así en nicaragua el Partido Socialista Nicaragüense organiza una brigada de guerrilleros que ingresan a honduras por la frontera sur oriental entre Honduras y Nicaragua. En esa brigada se encontraba Carlos Fonseca Amador, fundador del FSLN. Tal parece que mi abuelo los escondió en la casona de La Arabia. Estos guerrilleros fueron emboscados en un punto conocido como El Chaparral. En ese lugar los ejércitos de Honduras y Nicaragua emboscaron los guerrilleros, mataron un buen número de ellos y capturaron a Fonseca. http://en.wikipedia.org/wiki/Carlos_Fonseca
Los cambios políticos en Honduras llevan al poder en esos años al Dr. Ramón Villeda Morales quien impulsó un cierto número de reformas bajo la presión de movimientos sociales hondureños. Estas reformas socializantes constituían un peligro para los grupos patronales de la época. De esta forma en 1963 el ejército da un Golpe de Estado que genera una ola de represión contra los miembros del partido Liberal y de los sectores organizados de Honduras. Es el nacimiento de Los Cabos Cantonales que sembraron el terror en la campiña hondureña.
El pasaje de los guerrilleros de El Chaparral y el golpe de Estado de 1963, son abordados por la doña. Aquí pues les dejo este ultimo capítulo de esta entrevista.
DI.- Yo quiero que me cuente una pasada cuando pasaron unos guerrilleros por allí
VM.- ¡Si! Pasaron, con armas unos rifles llevaban… Los encerramos… los tuvimos encerrados allí en una pieza, escondiéndolos.
DI.- ¿Quienes eran esos hombres?
VM.- Fijate vos que de los nombres de esos hombres no me acuerdo. Pero me parece que uno de ellos era Fonseca. El clavo es que no era yo quien lidiaba con ellos, era más José quien se ocupaba de ellos. Yo lo único que hacia era la comida. Uno de ellos salía y les llevaba la comida a los que estaban adentro. Allí estuvieron dos días y dejaron un poco de rifles.
DI.- ¿Quién fue el que le regaló a usted un estuche de cirugía pues?
VM.- Un doctor que iba allí con ellos, pero yo no se como se llamaba ese doctor, era un gringo, era blanco y no hablaba bien el español y el me regaló el estuche con unas jeringas de vidrio, agujas, unas tijeritas y un poco de gasa y unas ristrotas de pastillas sulfatiacinas (chumpinas) sulfatiasol y una caja de penicilinas. Y se fueron.
DI.- ¿Y para donde se fueron?
VM.- Ellos la salida que dieron fue para ese chaparral (región montañosa del municipio de Las Trojes). Ellos dijeron que se iban para Nicaragua, pero luego dijeron en las noticias que los habían matado a todos allí en el Chaparral.
DI.- ¿Y los rifles que dejaron?
VM.- Los rifles que dejaron los enterraron allí adentro de la casa. José los enterró adentro de la casa en la pieza donde dormían los hombres, a la orilla de la pared. Como el piso era de ladrillos de barro, sacó los ladrillos, hizo el hoyo y allí los enterró. Luego puso el ladrillo de nuevo y no había ni seña de que había algo enterrado allí.
Cuando los militares llegaron las armas ya no estaba allí. Don Lencho las había sacado. De noche los sacó don Lencho.
DI.- ¿Quien le ayudó a mi Abuelo a sacar los rifles? Por que yo me acuerdo que una vez mi papa contó esa historia y contó que otro hombre de allá de la montaña que era amigo de él le ayudo a transportar los rifles. Cubierto con hojas de pacaya.
VM.- Si las sacaron en mulas con angarillas tapadas con hojas de pacaya, para una navidad, y las habían escondido en unos escaños que había donde don Lencho que tenían como una gaveta, allí los escondieron. De allí a saber que hizo tu Papita con ellos.
¿Y cuando fue que usted mando a buscar a los militares debajo de las cacas de gallina?
VM.- Eso fue otra vez, cuando llegaron a rodear la casa, eso fue cuando el golpe de Estado (1963 golpe militar contre Ramón Villeda Morales). Eso fue cuando el golpe de pajarito. Allá estábamos en la Arabia cuando el golpe.
DI.- ¿Ustedes no vivían todavía en el Palo verde?
VM.- No, allí estábamos en La Arabia para el golpe de Estado, y llegaron los soldados y rodearon la casa. Allí llevaron a don Lencho con ellos. Y ya se puso don Lencho recostado en la mula que tenía porque no llegaban carros todavía.
Eso tronaba el tropel de los militares en el contorno de la casa. La mula de don Lencho se metió al corredor de la casa y él se puso a ver los militares lo que hacían en su casa.
Y veo que están desarmando a don Lencho. Entonces me voy por una puerta que daba por detrás hacia la finca, para ir a esconder la pistola de José y metérmela yo en la bolsa del delantal porque la pistola era chiquita.
Yo que entro por la puerta del lado para sacar la pistola de debajo de la almohada y José que sale por la otra puerta para dársela a los militares. Mirá vos ese José a sido miedoso. La perdió la pistola. Si yo la hubiera agarrado no la pierde.
Y entonces registrando todo aquello, levantando cajones, abriendo los armarios, los bunques de maíz que tenia don Lencho. Y me dicen a mí ¡abra ese cofre! Y les digo yo: aquí no les tengo nada yo, aquí sólo cosas privadas tengo yo… mi ropa… y yo no tengo nada… y además aquí no hay adelitados y aquí no hay nada de lo que ustedes buscan. Y entran a la cocina y tratan de abrir un bunque que había allí… uno entra con el rifle y otro lo seguía con una pistola y les digo yo: Allí en ese bunque no hay nada, saben onde hay, les digo yo, Allí debajo del tambo de esta cocina, allí hay algo. Y se van en carrera a buscar debajo de la cocina… y allí sólo mierdas de chancho había… (nos reímos). Y salen los soldados todos llenos de mierda, y les digo yo: Verdad que encontraron lo que buscaban. Mierda buscan, mierda encontraron… Y aquellos hombres bravísimos, se van a registrar la casa de don Alfonso Pagoada…
Allí le rodearon la casa a don Alfonso… y le dicen allí en esa casa de Lorenzo Molina hay una mujer arrechísima que si hubiera tenido rifles se agarra con nosotros.
DI.- Mi papa me dijo que ese do Alfonso fue quien le ayudó a bajar las armas de los guerrilleros a mi papa. El era nicaragüense verdad.
VM.- Si de allí de la Segovia, de Ocotal. El papá de Isacio Pagoada.
Aquí termina esta entrevista con doña Virginia Martínez. Una serie de anécdotas que nos ha llevado por el mundo cambiante de una gran parte del siglo XX. Espero que las historias contadas, tanto por mi padre como por mi madre sirvan a las nuevas generaciones a conocer mejor los orígenes de nuestra familia. Es posible que las historias también tengan parecido con las vividas por otros abuelos y abuelas de otros lectores. Si es el caso compártanlas y coméntenlas.