En este mundo de fantasías transcontinentales y transoceánicas, y siguiéndole la huella al tío conejo, les regalare, en las líneas siguientes, otra fábula de las que me contaba mi papa.
Todos hemos oído hablar de aquella fabula difundida en nuestras escuelas
primarias en donde había que guardar las buenas maneras y no decir malas
palabras. Esa fábula en el que una liebre super veloz es vencida por una tortuga,
en una competencia.
Como muchas de las fábulas que aprendimos en nuestra escuela eurocéntrica y
negadora del legado popular, esta de la liebre y la tortuga nos viene del
fabulista Francés Jean de La Fontaine. Aunque según algunos la fabula de la
liebre se le puede atribuir al fabulista griego del siglo V antes de Cristo,
Esopo. Sin embargo, en la cultura popular Latinoamérica otras versiones de esa
fabula circulan, evidentemente, adaptadas al ambiente y a la cultura local.
La gracia del sapo está en el brinco (refrán popular)
La rutina de la cosecha de café siguió su curso. Mulas cargadas con sacos de café en uva.
Despulpada, lavado y transporte al beneficio del pueblo para pagar la deuda
adquirida en el transcurso del año. Cena
con tortillas calentadas y cuajada fresca y por supuesto el cuentecito de todos
los días o de cuando había tiempo.
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¡Papa! ¿Cuál nos va a contar hoy?
Pues fíjate que ahora que venia allí por el paso de la quebrada, me paré a
darle de beber al caballo. Cunado el caballo se agachó a beber un sapo jodido
pegó un brinco y asustó al Moro. Allí me acordé de una papada que me conto un
jodido, allá en Nicaragua cuando andaba vagando.
¡Papa! ¿los sapos echan leche vaa?
Si, por eso no hay que torearlos ni jugar con ellos.
Pero lo que te voy a contar es que… ¿Quién crees vos que corre más ligero,
el sapo o el conejo?
El conejo. El otro día el Yolis saco uno de un charral y no lo pudo
alcanzar.
¡Jajajaajajajaja! Asi parece, pero yo te digo que una vez el sapo le ganó
al conejo.
A ver ¿Cómo?
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¡Pues mirá! Había una vez en un monte, onde había un montón de animales, se
armó un chojín caballo. Así como los que pone Sofía Moncada con el tocadiscos.
Aquellos animales bailaban perro y bebían chicha, guaro y le tiraban vivas
al partido.
Allí andaba tío Conejo. Bien tirado. Andaba de botas, sombrero de pelo unos
calzones vaqueros y un machete al Cinto. Allí andaba bebiendo guaro y molestando
a los otros.
En eso Mira a tío Sapo allí tranquilo. Tío sapo no bebía guaro, solo fresco
con pan. Se le acerca tío conejo y le dice:
-
¿Qué
dice, tío Sapo? El hombre con la boca más chiquita del valle.
¡Jodido, tío sapo usté si que es tallado con esa cintura
que se carga!
¿Y que tal anda hoy?
-
¡pues
no! Aquí tranquilo, el baile esta bueno. Le contesta tío Sapo.
¿y usté tío Conejo, Qué tal?
-
Yo aquí
con ganas de que nos echemos un jaibolaso juntos.
Pues no es que quiera despreciarlo, pero fíjese
que yo no bebo guaro. Si me invita un fresco se lo acepto.
-
¡Que
fresco ni que nada! Métase uno tío Sapo. Uno es ninguno.
Y aquel joder del conejo que ya andaba bien picado.
Entonces el tío sapo le dice:
-
Mire tío
Conejo, hagamos un trato.
-
¿Cuál
es ese trato que quiere?
-
Hagamos
una apuesta: Mire, hagamos una carrera, si usted gana y le prometo que me embolo
con usté en el próximo baile. Pero si yo gano, uste usté tiene que dejar de
andarme molestando a mí y a mi familia y poniendo apodos.
-
¡Jajajajajaja!
¡Vaya pues! ¡Dele viaje! Dice el conejo
Y así jue.
Ya el conejo salió del baile y se montó en su cusuco, que era la mula del
conejo, y se jue. Allí iba pensando…
-
Ese
sapo si es baboso, cree que me va a ganar… pero bueno el que es papo es papo.
¡Ah! Se me olvidaba, antes de irse el decidieron onde iba a ser la carrera.
Decidieron que iba a ser aquí en El Palo verde. Desde el rio Conchagua, allí en
el paso onde Pablo Sosa, hasta onde tiene la casa el Compa Moisa.
Y así jue.
Tomada de: https://fr.wikipedia.org/wiki/Le_Li%C3%A8vre_et_les_Grenouilles
Se convidaron para hacerla el domingo después del domingo de ramos, para
darse tiempo de entrenarse.
El conejo no decía que el no ocupaba tiempo para eso que de todas maneras ese
pedos bajos del sapo, que le iba a estar ganando.
El sapo, él, llamó a todos los familiares a una reunión de toda la familia.
Ya cuando estaban todos allí sentados, bebiendo cafecito que les había hecho
tía Sapa y platicando de toda cosa el tío Sapo, la mera taramella de los sapos
se levanta y pega cuatro pujidos. Todos los otros sapos se quedan quedito.
-
Buenas
tardes a todos en esta sesión. Aquí los traje por que como ustedes saben hice
una apuesta con tío conejo.
-
Allá
un sapon que se parecía a Ceferino el patón, pide la palabra.
-
Usté tío
Sapo, le vale galillo de mono la vida. Cómo le va a ganar a ese conejo.
Otro sapo levanta la mano.
-
Tío Sapo,
ese conejo es caballo, mire que dicen que ha matado a tigres y lagartos y usté
se pone a hacer apuestas con él.
¡Jobero! Y aquella palabreadera.
_________
-
¡Papa!
¿y como es que hablan los sapos si no son gente?
-
¡Como
no! Si hablan. Nojotros solo oímos ¡per, per, per, lero, lero, lero! Pero ellos
se entienden. Es como los gringos cuando hablan inglés, nojotros no entendemos,
pero ellos se entienden.
-
¡Si! ¿vaa?
¡Ta bueno pues!
_______
Pues allí siguieron la platica los sapos, hasta que tío Sapo les dijo que
se callaran. Y les dijo.
-
Yo
tengo una maña para ganarle a ese jodido, pero todos ustedes me tienen que
ayudar.
¡Jobero! Todos los sapos se quedaron con la bocota abierta.
-
Oigan
bien, les dice el tío Sapo, es mentira que yo solo le voy a poder ganar ese
jodido conejo que corre veloz. Además, todo lo que cuentan que ha hecho él lo
ha hecho con mañas. Pues par un mañoso, otro.
¡Jodido…!
-
¿y
como vamos a hacer? Pregunta aquellos sapos alborotados.
-
Miren,
les dice tío Sapo,
-
El
dia de la apuesta, vos, le dice a un sapo que se parecía más a él, vas a salir
al mismo tiempo que el conejo. Es claro que lueguito te va dejar atrás pues vos
solo te metes en el monte y te regresás a tu casa. El conejo va seguir corriendo.
-
Vos le
dice a otro sapo, te vas a esconder allí en la quebradita de don tacho y cuando
el conejo vaya saliendo por allí pegas un brinco y le gritas ¡adelante estoy y seguís
brincando hasta que te pase el conejo. Y así… vamos a esconder varios sapos en
varios lugares. Vamos aponer a otro allí onde Ciríaco Sevilla, otro allí en le
portillo onde doña Caya, otro allá por el portillo de Santos Hernández, otro en
el portillo que va pa la casa de Joche Izaguirre, otro por la vuelta de Roque,
otro allá por la casa de los Corleto, otro allá por onde María Inés Espinal,
otro allá en la quebrada de onde don Pedro Sosa y yo lo voy a espera fresquito allá
en la casa de Don Moisés. Allí voy a estar yo sentado fresquito con algunos de
ustedes.
Así jue… Jobero.
Pues allá el domingo después del domingo de ramos,
ya allí a la orilla del rio cerca de onde Pablo Sosa, allí estaban los conejos
y los sapos huchando a cada quien a su amigo.
El Conejo no paraba de hacer piruetas enamorando a
las muchachas y el sapo que no era tío sapo bien tranquilo allí.
-
¿Qué
me le pasa a mi amigo getas de olla que no se alegra? Decía el conejo.
El sapo no hablaba para que el conejo no choteara
que no era tío Sapo.
Bueno, ya salió el mapachín que era el que habían escogido
como Juez.
-
Bueno,
Todos los reunidos en este punto sepan que la carrera entre tío Sapo y tío Conejo
comienza aquí si tio conejo gana, Tio sapo tiene que embolarse con tío Conejo.
Si tío Sapo Gana, tio conejo va a dejar de burlarse de él y lo va dejar
tranquilo. Todos ustedes son testigos.
-
Siiii,
gritan todos los animales.
-
Bueno
pues, dice él mapachín, ya mandé a mi primo allá onde don Moises para que
espere al que llegue primero.
-
Pónganse
aquí en esta raya, les dice el mapachín, al conejo y al Sapo.
-
Cuando
oigan el tiro de mi pistola salen corriendo y que les vaya bien.
Ya se pusieron los dos en guardia.
¡pan! El disparo y aquel conejo sale corriendo
haciendo una polvadera.
Allá sale el sapo dando brincos y el conejo viendo
para atrás a ver si el sapo lo seguía. Cuando vio que el sapo ya no se miraba atrás,
rebajo la carrera y riéndose decía.
-
Ya lo
jodí al tío Sapo.
En eso, cuando ya iba cerquita de la quebrada de don
Tacho, acolumbra un sapo brincando delante de él y aquel sapo le gritaba…
-
¡Adelante
estoy, tío Conejo!
-
¡Puta!
Dice tío conejo ¿y este sapo jodido de onde sale?
Y le pone más velocidad para pasarle al sapo que
ni tiempo de beber agua tuvo; y le pasa otra vez.
Ya cuando no lo miraba atrás, ya el sapo estaba cerca
de onde Ciríaco…
-
¡Y
saz! Adelante estoy, tío Conejo… Otro sapo…
¡Jobero! Y Así…
-
Adelante
estoy…
-
Adelante
estoy …
-
Adelante
estoy … en cada punto onde se habían escondido los sapos.
Aquel conejo ya andaba ahogado de correr. No
entendía como hacía el Sapo para estar adelante.
Ya para llegar a la casa de Don Moisés en lo que el
conejo mira para atrás y ve que el sapo no está dice:
-
¡Carajo!
Ahora si le gané a ese boca e jarro.
Y que puercas… cuando mira pa delante… Allí no
estaba el sapo pues; frequito …
Pega un brinco para llegar al punto final y le grita
al conejo
-
Adelante
estoy…
¡Jodido! Aquel conejo bravísimo… No creía que el tío
sapo le había ganado.
Ya el primo del Mapachín dijo que quien había ganado
la carrera y le mando un telegrama con una urraca, al otro mapachín que estaba
allá onde Pablo Sosa para que supiera quien había ganado.
Ya de regreso el conejo y el sapo que se
regresaron juntos por la carretera llegaron al lugar y firmaron el papel para
que el conejo ya no molestara al Sapo. Hicieron un baile caballo y el conejo se
embolo y se jue temprano sin saber cómo había perdido. El sapo se quedó en el
baile celebrando.
Por eso mijo, uno no debe burlarse de la gente… a
veces esos que se hacen los papos son más inteligentes que uno.
¡Lichoooo!
Mañana en la mañana ocupo cuatro mulas con aparejo
y el caballo.
¡Ta bueno! Don Joche.