Hace ya 9 años escribí
una nota en mi blog (Memorias
de un Caitudo) en donde hacia resaltar que, mientras los medios de
comunicación oficiales se dedicaban a denigrar la imagen de un presidente
electo por el pueblo y a tratar los gobiernos reformistas de América Latina de
comunistas, de enemigos de la propiedad privada, de narcotraficantes, de falsos
revolucionarios y culpables de todos los males por los que pasa nuestra
América. Que, Mientras los medios de oposición (que no son muchos pero que les
pesan los…), enarbolaban y siguen enarbolando la bandera de la defensa de los
oprimidos en la acción inmediata y de ellos mismos (recordemos las agresiones a
los comunicadores de radio progreso, a los de UNE, la muerte de infinidad de
periodistas y reporteros), el verdadero
culpable de los dolores de Honduras y de todos los otros paisitos, sigue
escondido a los ojos del Mundo que no quiere ver. El Culpable sin culpa, el verdadero
atizador de la llama contrarrevolucionaria se esconde miles de kilómetros de
Honduras y usa los 10 peones locales en el poder y a los babosos que creen aun,
que en cuba hacen jabón con los viejitos.
El culpable no culpado se esconde detrás de los países que guardan una
posición de silencio o que tratan de arreglar el problema con medidas
atenuantes y poco convincentes que no hacen más que proteger los intereses de las
potencias imperialistas en esos países.
Si no veamos el papel que ha jugado la ONU, la OEA, la Comunidad Europea
y otras en toda esta historia.
En está nota
trataremos de hacer un poco de historia sobre el problema de la hipoteca de
nuestros recursos naturales y como esta hipoteca ha sido un catalizador de los
conflictos internos en Honduras desde los fines del siglo XIX hasta hoy. Trataremos
de ver como ese culpable no culpado se esconde tras de toda esta trama
financiera entreguista y tras la incapacidad de nuestra clase política de
ejercer la soberanía que nos corresponde como pueblo.
Desempolvaremos
aquí uno de los conceptos básicos de los manuales de sociología, de mis tiempos
de estudiante, posiblemente borrados ahora por la censura del sistema educativo
de Honduras, me refiero a La economía de enclave.
El enclave
Un enclave en
geografía política es, de la manera más simple, es un Estado dentro de otro
Estado. Puede manifestarse bajo la forma de territorios autónomos o países que
se encuentran enclaustrados dentro de las fronteras de otros. Sin embargo,
existe otra dimensión de enclave que tiene que ver con las actividades
puramente económicas de empresas transnacionales que se implantan al interior
de países frecuentemente en vías de desarrollo. Estas empresas se establecen
instalando cierto tipo de gobiernos paralelos no electos y avalados por las concesiones
dadas por los gobiernos locales a cambio de pingues retribuciones económicas. En
estos casos, los territorios y las personas al interior de la concesión son
regidas por las leyes y los reglamentos del poseedor de la concesión, aunque de
manera oficial son ciudadanos del estado concesionario. En este sentido, un
enclave atenta conta la soberanía territorial, económica y ciudadana de los
países concesionarios y por ende contra los derechos individuales establecidos
en las constituciones.
El profesor Alfredo
Falero de Universidad de la República del Uruguay, en un artículo (La
potencialidad heurística del concepto de economía de enclave para repensar el
territorio), aparecido en la revista Revista Nera en 2015, respecto al concepto de enclave
apunta:
“Como se ha
establecido en otros trabajos…, históricamente, actividades vinculadas a
minería y plantaciones en América Latina se realizaron bajo el formato de
enclave. Es decir, casos del capitalismo mercantil por los que la producción
obtenida en núcleos de actividades primarias era controlada en forma directa
desde fuera.
Suponía, paralelamente,
la incapacidad de sectores nacionales para reaccionar y competir en la
producción de mercancías que exigían condiciones técnicas, sistemas de
comercialización y capitales de gran importancia y la dinámica de expansión de
las economías centrales que permitía así el control de sectores del entonces
mundo periférico (Citando a CARDOSO y FALETTO, 1990: 8 y ss.). Después que esta
idea se estableció en la década del sesenta, el concepto fue tendiendo a
definir en general una unidad productiva de materia prima o industrial, caracterizada
por ser o haber sido por largos períodos, propiedad de empresas extranjeras con
escasa vinculación con la economía nacional y por poseer una organización
social de centros urbanos identificados con las empresas instaladas. Posteriormente,
con la expansión de la industria, también se generaron enclaves. La forma
“clásica” de enclave en cuanto a actividades industriales se conecta con las
llamadas maquilas. En general implica la deslocalización del montaje de
productos electrónicos o de talleres de vestimenta, por ejemplo, con insumos
que vienen de otras partes y con un producto final que es reexportado, generándose
para ello exoneraciones fiscales. El bajo costo de la fuerza de trabajo es un
elemento clave en tal operación de deslocalización”
Yo me permitiría
agregar a la lista de Falero los nuevos enclaves con nombres más poéticos, las
ZEDES que, desde mi punto de vista, son un ejemplo mas concreto de ese tipo de
economía puesto que se le entrega el control total del territorio de la zona a
la empresa o empresas que se establecen.
La historia de la historieta
Habiendo planteado
de forma breve y teórica lo que es un enclave, veremos como este fenómeno se
manifiesta en Honduras durante su corto periodo de vida independiente de
España.
Bien es conocido
que uno de los fenómenos más machacados de la historia de Honduras, siempre ha
sido la del enclave bananero. Quién no conoce, a menos que también los hayan
borrado de los libros de enseñanza básica de la historia, a Samuel Semurray, a
la United Fruit co. y a la Standard Fruit co. Quién no ha oído hablar de las
guerras civiles provocadas por los directivos de esas compañías y sobre la
ocupación militar gringa en Honduras para proteger los intereses de esas
compañías. Y hablo aquí de una ocupación física con bases militares y todo lo
demás, pero también una ocupación sutil en donde el peón de turno en la presidencia
le pide permiso al patrón gringo antes de mandar el alma de un frijolito al
cielo. Y si no, miremos el papel de los embajadores de los estados unidos en
épocas recientes desde John Dimitri Negroponte hasta Heidi Fulton y su dominio
sobre los gobiernos pseudodemocráticos de Honduras.
Como decía, se
ha hablado mucho en Honduras en relación al enclave bananero, pero muy poco se
ha dicho en relación al enclave minero que también ha sido nefasto para el país
y que ha actuado de manera mas sutil en la política hondureña. En ese contexto es necesario recalcar el papel
de gobiernos serviles y de familias locales que han ayudado como testaferros de
las compañías mineras internacionales las cuales muchas veces, al estilo de las
viejas monarquías, han creado alianzas para aparecer como empresas locales. Es
el caso de la Familia Bográn y Soto (el hijo de Marco A. Soto era el esposo de
la Hija de Valentine) en el siglo XIX; Callejas en el XX y más recientemente,
en el caso de Tocoa, en donde los concesionarios ya no son la compañía
extranjera sino un grupo de testaferros locales representantes de las familias
más ricas de Honduras.
Pero dejemos el
panfleto y volvamos a las cosas serias.
El enclave minero,
en Honduras ha sido voraz y inescrupuloso. Por ejemplo, desde el
establecimiento de la Rosario Mining Company, quien tuvo el monopolio de la
extracción minera en Honduras desde finales del siglo XIX, hasta muy tarde en
el siglo XX, con el cierre de la mina de El Mochito, esta compañía no dejo más
que pingües ganancias al Estado.
Según un ensayo
publicado en la revista YAXKIN (Año 38, Volumen XXIX, No. 1, 2016), que trata
sobre las actividades de La Rosario, concluye en que esta compañía, a parte del
empleo, contribuyó muy poco al desarrollo del País. Según los autores esta
contribuyó a regañadientes y forzada por el gobierno al inicio de la
construcción de la carretera del sur.
En cambio, esta
compañía si dejo detrás de ella, suelos contaminados en San Juancito, bosques
depredados alrededor de sus instalaciones, muertos y asesinatos. Más tarde, el
único lago natural de Honduras fue contaminado por las actividades mineras.
Además, las condiciones de trabajo en las minas dejaron un buen número de
cancerosos y tuberculosos que cuando ya no servían en las bocaminas y en los en
los socavones eran tirados como simples piochas gastadas.
En efecto, en el
orden económico, me gustaría citar un tan solo ejemplo de una inversión hecha
por parte de la Rosario en el desarrollo del país en la que la compañía no sacó
provecho. Esta es misión imposible puesto que las carreteras, los puertos, las
líneas férreas construidas por la compañía servían principalmente al transporte
de sus propios bienes y de manera accesoria al transporte de bienes nacionales.
Y aun en eso muchas veces los gobiernos construían e invertían et invierten en
la infraestructura para favorecer las compañías. Si no, hagan un poco de
investigación y fíjense bien quien y cuando se construyó la carretera entre San
Juancito y Tegucigalpa o como la Rosario adquiere los derechos sobre el famoso
ferrocarril interoceanico.
Si bien es
cierto, dada la extensión de este texto, no se pueden citar ejemplos de inversión
y desarrollo por parte de la Rosario y las compañías mineras, si se pueden
citar ejemplos de las barbaries y del saqueo por parte de la actividad minera.
Por ejemplo: ¿Quién
conoce la cantidad exacta de metal extraído de las minas de Honduras durante
todo el siglo XX? ¿Quién conoce en realidad qué tipo de metal se extrajo de El
Mochito? Sólo se sabe que se sacaban toneladas de BROZA ¡Oiga bien! la BROZA, como se le llamaba a la roca salida
de las minas, que luego salía en barco para los USA para la subsecuente
extracción de metal. Ahora algunas décadas
más tarde se sabe que además de la plata de excelente calidad también esa broza
contenía zinc y cadmio. Pero en tiempos de la Rosario, evidentemente no se podia
cobrar impuestos por un pucho de piedras que no se sabe lo que contienen y, de
todas maneras, el tipo de concesiones que se daban en ese tiempo eran abiertas,
sin control y exentas de todo impuesto, además ¡esos gringos si son pendejos,
imagínese, se llevan el montón de piedras como si ellos no tuvieran allá! ¿conoce
usted un tan solo empresario gringo que sea maje?
Lo que si no se
puede pasar por alto es que la minería en Honduras siempre a atentado contra la
soberanía territorial y popular. Las confrontaciones por la defensa de la
tierra siempre ha sido un elemento presente en la dinámica de extracción de
mineral. Así pues, la explotación minera lleva también consigo luchas sociales
y reivindicaciones sociales.
Las luchas sociales y la economía de enclave
Las luchas
sociales en contra de las violaciones por parte de las compañías mineras en Honduras
no datan de ayer. Miremos de cerca como
las mineras se han establecido y como ellas han saqueado los recursos naturales
del país, creado alianzas con las familias poderosas de Honduras y, en otras palabras,
empobrecido y asesinado nuestros compatriotas.
Ejemplo del control de los Estados Unidos en Honduras
y sobre nuestros recursos naturales es un informe enviado por el cónsul EE UU
en Honduras, James J. Peterson, al departamento de comercio exterior de los
Estados Unidos en 1892. En este informe Paterson hace una lista detallada de
las explotaciones mineras en Honduras. En él se establece que: “Existen en el
país más de 30 minas registradas, de las cuales 19 son estadounidenses, 9 son
inglesas, 2 son honduro-francesas, 1 es suiza y 1 es francesa. Además, de todas
ellas son tres minas estadounidenses las que están en plena producción...” (ver
referencias).
¿Cuál es el fin
de tener un registro tan preciso de la actividad minera? La respuesta es
simple. Conociendo la competencia es más fácil deshacerse de ella. Muchas de
esas concesiones mineras fueron absorbidas posteriormente por la Rosario MIning
Co., baluarte del saqueo de minero de Honduras. Este tipo de control también es
reflejo del interés de los EEUU de salvaguardar los intereses de sus
inversionistas en Honduras. De esa manera aseguran el control de los ingresos
de capital en su propio territorio y aseguran el ingreso de capital a sus arcas
por la vía del control fiscal de las compañías.
En resumen, los
majes siempre hemos sido los hondureños al dejar hacer y deshacer con nuestros
propios recursos naturales. El ejemplo
histórico más flagrante de nuestra majadería y la de los majaderos que nos han
gobernado, es la política minera iniciada desde los gobiernos de Luis Bográn en
el siglo XIX y seguidamente con los gobiernos de Manuel Bonilla y los gobiernos
subsecuentes. Bien es sabido que todo gobernante que no calzaba el mismo zapato
que las compañías fue víctima de una patada, de un Golpe de Estado o de una
guerra civil. El ejemplo más reciente es el de Manuel Zelaya Rosales.
Las compañías
mineras en Honduras siempre han estado comprometida al deseo y al capital de
unos cuantos. En el pasado uno de los cuantos fue la familia Valentine. Esta
familia de potentados Gringos son los padres y las madres de, a parte de los
abusos cometidos por los españoles, de los atropellos a la soberanía nacional,
aliados con familias locales de ricos como la Familia Bográn, Soto, Callejas y
los testaferros más recientes.
Kenneth V.
Finney, en su artículo “Rosario and the
Election of 1887: The Political Economy of Mining in Honduras” y refiriéndose
al Mineral de San Juancito a finales del siglo XIX apunta:
“Washington S. Valentine,
la fuerza motriz detrás de la Rosario, encontró y superó una variedad de
conflictos entre su empresa y los ciudadanos locales durante la primera década
de las operaciones mineras. La mayoría de estos conflictos de intereses, salvo excepciones,
derivaron de las exigencias que la mina imponía en sus operaciones. Una de las
principales fuentes de fricción era la competencia con los residentes locales
por la tierra y otros recursos naturales escasos, como la madera, el agua y la
piedra de cal. Otras dificultades surgieron en lo que concierne la aplicación
de la ley y las exenciones fiscales. Para sobrellevar la situación, Valentine
necesitaba algo más que una mera habilidad empresarial. Así, una comprensión
sólida de las realidades políticas locales era esencial. Durante una larga
carrera en Honduras, Valentine demostró repetidamente su completo dominio de la
política hondureña.
El registro de estos primeros conflictos de intereses y su resolución proporciona un formato útil para estudiar la economía política hondureña de finales del siglo XIX. Indica la forma en que el control de monopolio sobre la minería de metales preciosos por parte de Rosario se transformó en inmunidad corporativa, política y legislativa. La historia completa, por supuesto, va más allá de los límites de este documento, pero al principio de la segunda administración de Luis Bogran (1888-1892) los gerentes de Rosario comprendieron firmemente los medios de poder esenciales para su operación sin problemas…
Conflictos nacientes sus y resoluciones
Washington S. Valentine. Fuente: https://mikemcclaughry.wordpress.com/the-reading-library/scientology/scientology-roots/scientology-roots-chapter-eighteen-new-world-order-in-central-america/ |
El registro de estos primeros conflictos de intereses y su resolución proporciona un formato útil para estudiar la economía política hondureña de finales del siglo XIX. Indica la forma en que el control de monopolio sobre la minería de metales preciosos por parte de Rosario se transformó en inmunidad corporativa, política y legislativa. La historia completa, por supuesto, va más allá de los límites de este documento, pero al principio de la segunda administración de Luis Bogran (1888-1892) los gerentes de Rosario comprendieron firmemente los medios de poder esenciales para su operación sin problemas…
Conflictos nacientes sus y resoluciones
En contraste con muchas
otras compañías mineras hondureñas, los primeros gerentes de Rosario mostraron
una visión astuta en la adquisición de la tierra suficiente para proporcionar un
acceso libre a la mina y el éxito real de la compañía, que se tradujo en un
crecimiento constante de esta última. Su expansión pronto significó que sus
requerimientos superaron los primeros sueños dorados de los fundadores y
obligaron a la compañía a invadir cada vez más las tierras y los recursos
locales en los alrededores de San Juancito.
La minería de roca madre hecha en la Rosario requirió una sorprendente cantidad de madera. Gran parte de ella fue utilizada como tirantes y soportes de la estructura subterránea de la mina. A principios de siglo, la compañía necesitaba 20,000 de estos "palos" dentro de la mina. Además, de madera acerrada que los carpinteros de la compañía utilizaron, junto con la cal, para construir los edificios, oficinas, viviendas, laboratorios, molino y otros edificios de superficie necesarios para un campamento minero permanente. Finalmente, como carbón vegetal, la madera constituyó una fuerza energética importante utilizada para mover varias de las principales máquinas de vapor empleadas en el proceso de extracción. Eventualmente, la compañía desforestó toda la cara este de la montaña de San Juancito y tuvo que conducir un conducto (túnel) través de la montaña hacia la cara oeste específicamente para alcanzar las masas vírgenes de árboles. Además, Washington Valentine se comprometió a importar semillas de eucalipto para reforestar el área alrededor de la entrada de la mina.
La minería de roca madre hecha en la Rosario requirió una sorprendente cantidad de madera. Gran parte de ella fue utilizada como tirantes y soportes de la estructura subterránea de la mina. A principios de siglo, la compañía necesitaba 20,000 de estos "palos" dentro de la mina. Además, de madera acerrada que los carpinteros de la compañía utilizaron, junto con la cal, para construir los edificios, oficinas, viviendas, laboratorios, molino y otros edificios de superficie necesarios para un campamento minero permanente. Finalmente, como carbón vegetal, la madera constituyó una fuerza energética importante utilizada para mover varias de las principales máquinas de vapor empleadas en el proceso de extracción. Eventualmente, la compañía desforestó toda la cara este de la montaña de San Juancito y tuvo que conducir un conducto (túnel) través de la montaña hacia la cara oeste específicamente para alcanzar las masas vírgenes de árboles. Además, Washington Valentine se comprometió a importar semillas de eucalipto para reforestar el área alrededor de la entrada de la mina.
El impulso de la Rosario por acceder a una cantidad tan grande de madera y de cal provocó los primeros conflictos registrados con sus vecinos. El código minero hondureño era vago en muchos aspectos del procedimiento para adquirir recursos naturales. En su mayor parte, el código reafirmó la distinción tradicional hispanoamericana entre derechos de superficie y subsuelo. En efecto, esta disposición obligó a los mineros a negociar con los dueños de propiedades aledañas aguas superficiales, madera y otros derechos de superficie. Sin embargo, en un apartado, el código minero delegó la responsabilidad de la asignación de depósitos locales de Cal a los municipios. Por lo tanto, las empresas multinacionales tuvieron que negociar con los ayuntamientos para obtener suministros de este producto esencial de mampostería.
A principios de 1883, el
gobierno respondió a la creciente demanda del sector minero por el agua y
madera dejando de lado todas las "maderas y aguas" que se encuentran
en tierras de propiedad del gobierno (baldíos) para el beneficio exclusivo de
las empresas mineras en gran escala. Declaró una moratoria en las ventas de
tierras del gobierno a partes privadas dentro de un radio de tres leguas de
todos los campamentos mineros.
Ya en 1883, los madereros
que trabajaban para Valentine comenzaron a talar árboles que crecían en los predios
o ejidos de San Juancito. Los empleados de la Rosario también comenzaron a
extraer cal de los depósitos que se encontraban dentro del patrimonio del municipio.
Los funcionarios locales pronto expresaron alarma ante el rapaz despilfarro de
los recursos de su municipio por parte de la Rosario y exigieron que Valentine
pague a las arcas municipales 2,000 pesos por la madera ya cortada y le cobró a
la compañía dieciocho centavos la carga de cal. Valentine pagó a regañadientes
un monto de 150 Pesos para la madera pero absolutamente se rechazó a
pagar un centavo sobre la piedra caliza, en cambio, se quejó ante el recién
elegido presidente abiertamente pro estadounidense de Honduras, Luis Bogran.
Valentine denunció que los
pobladores locales se habían embarcado en una política antinegocios. Si se
permite que persista, advirtió, las operaciones de la compañía se verían
obstaculizadas y la expansión sería imposible. Valentine sabía que su amenaza
apenas disimulada induciría al gobierno a defender su empresa.
Los funcionarios locales convocaron una reunión especial de la ciudad para responder a los cargos de Valentine. En su informe de esta reunión al gobierno, rechazaron rotundamente las acusaciones de Valentine. Señalaron que la ciudad había gastado 300 pesos para obtener un título claro para su ejido, cuyos recursos robó a voluntad Valentine. Las autoridades locales instaron al gobierno a prohibir el corte de madera y la extracción de cal hasta que la ciudad y la empresa llegasen a un acuerdo mutuamente aceptables. Además, manifestaron su frustración en una acusación de cierre, Acusando a Valentine de desprecio hacia la constitución hondureña puesto que este acosaba continuamente a las autoridades locales legalmente constituidas.
Los funcionarios locales convocaron una reunión especial de la ciudad para responder a los cargos de Valentine. En su informe de esta reunión al gobierno, rechazaron rotundamente las acusaciones de Valentine. Señalaron que la ciudad había gastado 300 pesos para obtener un título claro para su ejido, cuyos recursos robó a voluntad Valentine. Las autoridades locales instaron al gobierno a prohibir el corte de madera y la extracción de cal hasta que la ciudad y la empresa llegasen a un acuerdo mutuamente aceptables. Además, manifestaron su frustración en una acusación de cierre, Acusando a Valentine de desprecio hacia la constitución hondureña puesto que este acosaba continuamente a las autoridades locales legalmente constituidas.
Desafortunadamente, el
registro no indica cómo la ciudad y la compañía resolvieron el problema de la
extracción de piedra de cal, pero Valentine evitó a los obstruccionistas
locales obtener la protección adecuada de los bosques. Descubrió un decreto de
1865 que otorgaba derechos de madera a los contratistas de carreteras en
proporción a las millas de carreteras construidas. Como la Rosario necesitaba
una nueva salida de San Juancito a Tegucigalpa de todos modos, Valentine se
comprometió a construir un camino carretero desde su complejo minero a la
capital si el gobierno reservara secciones de bosque para uso exclusivo de la
compañía. A pesar de la naturaleza doblemente servil de esta propuesta, el
gobierno aceptó fácilmente la oferta de Valentine. De esta manera, Valentine
intentó evitar a los funcionarios municipales.
La construcción de carreteras resultó ser una de las tareas más ingratas, difíciles y poco gratificantes que Valentine ha realizado en Honduras.”
La construcción de carreteras resultó ser una de las tareas más ingratas, difíciles y poco gratificantes que Valentine ha realizado en Honduras.”
Como deja claro
esta cita las similitudes entre lo que pasa ahora en Honduras y lo que se
gestaba en 1887 dejan claro los gobiernos de los últimos 9 años siguen patrones
heredados por sus predecesores decimonónicos, con el aditivo del narcotráfico y
el marerismo.
Pero también
deja claro que los pobladores, también levantaron su grito, que fue ahogado por
la corrupción y la falta de representatividad del gobierno Central. Además,
recuerden que estos movimientos de protesta se dan de manera aislada y en
disonancia con la situación nacional de la época. El punto es que, recuerden,
no había para el caso Facebook, Twitter y organizaciones que denunciaran lo que
la mina hacía. Sin embargo, el papel siempre estuvo allí, ejemplos de esto es
la volante que aparece en Tegucigalpa y que según el autor proviene de la
colección Luis Bográn del ANAH. Esta volante dice lo siguiente:
“ADVERTENCIA
Avisamos al Gerente General de Nueva York & Honduras Rosario Mining Company, Washington S. Valentine, residente de la ciudad de San Juancito, que a menos que desista en sus esfuerzos por establecer una colonia en las condiciones que él desea imponer, a menos que se mantenga totalmente dentro de los límites de las leyes de este país, y a menos que Revoque sus proclamaciones hechas en lugares públicos la semana pasada, protestaremos no solo una o dos veces, sino tantas veces como sea necesario para proteger a nuestra gran República Unida, porque estimamos sus leyes liberales y democráticas y su espíritu eminentemente progresista.
Ya no nos tragaremos las ignominias de este individuo, inapto para
vivir en esta República. ¡Arruinado, miserable judío! Nosotros sabemos cómo administrar
justicia.
Honduras es libre e independiente. Ya no podemos tolerar un
"gringo", un "yanqui" y un advenedizo extranjero que viene
a inmiscuirse en nuestros asuntos políticos y proclamar leyes, como si fuera un
rey.
Tegucigalpa, 2 de agosto de 1887.
HONDURAS ES LIBRE” (Colección
Luis Bográn ANH)
Para la misma época:
“La Compañía Minera Rosario había recibido una concesión de tierras
para construir una nueva planta para procesar mineral. Valentine intentó
desalojar a tres viejos residentes locales de sus hogares ubicados dentro de
los límites de la concesión. Los propietarios de las viviendas amenazados lo
llevaron a los tribunales y, sorprendentemente, los tribunales inferiores, de
apelación y la Corte Suprema dictaron sentencia contra Valentine. Sorprendido
momentáneamente por este desenlace inusual de independencia judicial, Valentine
apeló al presidente Bográn. Bográn rechazó de manera complaciente la decisión
de la Corte Suprema emitiendo un decreto ejecutivo que le daba a Valentine lo
que quería. Un editorial en el periódico oficial del gobierno señaló que
"los derechos de los propietarios de las minas no pueden, y no deben,
estar subordinados al formalismo dilatorio y excesivamente riguroso de... los
procedimientos judiciales” (Finney, Kenneth V. - 1979 :
14).
Pero esas luchas
no paran allí, más tarde en 1900, según el Diario de Honduras,
“Un grupo grande
de mineros, se declaró en huelga y que poco a poco fueron adoptando posiciones
muy hostiles, al grado que la huelga asumió luego el carácter de sublevación.
Los mineros sublevados invadieron la comandancia de la comunidad, en cuyo
interior se encontraba refugiado mister Guierlins, quien fungía para ese
entonces como súper intendente de la mina y a quien los mineros sublevados
buscaban con intenciones nada pacíficas según se establece en el diario
mencionado. Al tratar de intervenir para poner el orden, uno de los soldados resultó
herido mortalmente. La gravedad de la situación era tal, que hubo necesidad de
solicitar ayuda a la capital de la república, misma que fue enviada rápidamente
a la comunidad, con órdenes enérgicas de imponer el orden a como diera lugar.”
(Diario Honduras, 1900).
Tomado de : http://media.liveauctiongroup.net/i/10770/11280572_1.jpg?v=8CE50BFD00CE420 |
Y el descontento
se prolonga durante toda la estadía de la Rosario en Honduras hasta la huelga
de 1978 con la que se cierra la mina de El Mochito.
Con esta exposición
del papel de la Rosario en las decisiones políticas de Honduras y la contextualización
de la economía de enclave podemos pasar a ilustrar lo que pasa en Honduras y en
otros países. El ejemplo histórico de la
Rosario dado aquí, no es más que un aliciente para remover conciencias
aletargadas y hacer un parangón entre la impunidad de las mineras en el siglo
XXI en Honduras y el mundo. Las mineras no tienen escrúpulos su más preciado
interés es el usufructo.
Las líneas expuestas en los párrafos anteriores demuestran dos cosas:
lo primero es que el servilismo del Ejecutivo o data de hoy. Al leer esos
párrafos nos damos cuenta que las empresas transnacionales siempre han conocido
el lado débil del Estado de Honduras. Nos damos cuenta que esos entes si han
sacado lección de la Historia nacional al copiar los métodos de la Rosario. Sin
embargo, los hondureños seguimos entregando lo poco que nos queda a cambio de poco
o nada. Nuestros empresarios no invierten en el país, pero si se prestan de
testaferros para ganar dinero fácil y ponerlo en paraísos fiscales. Si los
capitales de los ricos hondureños fueran invertidos en Honduras y no sirvieran
a multiplicar los capitales de esos que tras bastidores nos oprimen, otro gallo
nos cantara. Lo segundo, es la actitud de defensa de la soberanía popular y la
actitud de lucha de ciertos hondureños conscientes de que esas compañías no
vienen sino a socavar y vaciar nuestros recursos. En ese contexto también queda
clara la actitud represiva y servilista de las autoridades nacionales al
ponerse al servicio de las transnacionales y no del pueblo que los elije.
En una entrevista con Nicolás Gutman un docente de la universidad de
Palermo en Argentina y analista del papel de las mineras en América Latina, describe
de manera simple y resume bien la situación de las mineras enclavadas en La
Provincia de San Juan en Argentina y que refleja muy bien también la realidad de
las minas en Honduras
Gutman apunta:
“Entran capitales para explotar el recurso, sin pagar gravámenes o
con una imposición muy baja (no pagan impuesto al cheque, a los combustibles,
tienen subsidio a la electricidad) y además hacen las liquidaciones en el
exterior, con lo que al final la exportación es un simple asiento contable. Esa
plata no volvió nunca. Una parte sí, como salarios, infraestructura, catering y…empresas
alrededor. Pero si hay 6000 millones de dólares en la mina, ¿cuánto de eso
retorna a la economía…? ¿El 3 por ciento de regalías y los salarios?” (https://noalamina.org/argentina/san-juan/item/4922-economia-de-enclave-y-explotacion-no-renovable)
Y si hacemos el paralelo con las actividades de la Rosario en el
pasado nos damos cuenta que esta compañía solo en San Juancito, para “principios de siglo, …. empleaba a más de 1,000 mineros.
Una de las grandes minas del hemisferio occidental, La Rosario produjo más de ‘$
100,000,000 a partir de menos de menos de 6,500,000 toneladas’ de mineral antes
de que se cerrara en 1954” (Finney, Kenneth V. – 1979: citando
a Kenneth H. Matheson, "History of
the Rosario Mine, Honduras, Central America," The Mines Magazine (June
1961), 33-38; (July 1961), 22-28.)
La Pregunta es la misma ¿cuánto de ese
capital regresó a Honduras? Sin embargo, cuando los obreros de El Mochito
fueron a huelga, la empresa no tenía plata para cumplir con las exigencias de
los obreros. No seamos ingenuos, una compañía minera nunca pierde.
Lo que sí es claro es que el
ciclo minero no deja más que desastres. Al contrario de los proyectos de desarrollo
sostenido. Como apunta Gutman
“Israel exporta naranjas y tiene tecnologías por goteo, en el medio
de un desierto. La actividad minera se hace en ciclos: primero aparecen los
metales, se genera una economía de enclave y cuando se termina el oro, se
terminó todo. Esto es un gran negocio para las compañías involucradas, y no es
desarrollo. Eso es decir que voy a aprovechar toda la riqueza que está en el
suelo… para dar trabajo de baja calidad,
con condiciones de salubridad muy malas, con una tasa de morbilidad altísima.
Por más pobres que seamos, si queremos apuntar a subirles empanadas a los
mineros y que toda la tecnología esté en manos de los australianos y los
canadienses, estamos mal.” (https://noalamina.org/argentina/san-juan/item/4922-economia-de-enclave-y-explotacion-no-renovable)
Si analizamos la
crisis política actual de Honduras vemos que todo apunta hacia lo que se quiere
ver o hacia lo que nos quieren hacer ver. Nos mandan a diario cortinas de humo
que esconden otras realidades más sutiles y aún más peligrosas a largo plazo que
el Narcotrafico. Aclaro que no se niega el papel de este flagelo, pero este es
evidente omnipresente al punto que se pueden señalar los que lo manejan. Esas
realidades son las susodichas inversiones transnacionales hechas por las compañías
mineras.
Como en el
pasado estas compañías vienen a atentar conta la soberanía nacional. Se
desplazan comunidades, se secan ríos, se generan conflictos entre familias,
etc. Observen claramente como tras de
cada proyecto hidroeléctrico, por ejemplo, está una compañía minera cerca. Las
minas necesitan una cantidad de agua enorme para el funcionamiento de sus
infraestructuras esa agua es desviada hacia túneles, pozos, lagunas de decantación
y cuantas cosas mas usan las minas para su sustento. El agua de la represa no
vuelve al cause del rio, generando la pérdida de ecosistemas y empobreciendo más
a los agricultores. Además, como se observó en San Juancito en el pasado, la producción
agrícola se reduce porque los residentes locales se vuelven asalariados de la
mina, esto lleva consigo una reducción de la capacidad productiva del país y consecuentemente
una reducción de la capacidad de exportación de productos propios al Estado. La
mina convierte a los pobladores en consumidores y al Estado en importador de
productos básicos que en otros tiempos el mismo país era capaz de producir. ¿Cuántas
toneladas de Frijoles Honduras tiene que importar? ¿Cuántas toneladas de
cebolla importo el estado este año? Son
preguntas simples pero que reflejan un fenómeno latente.
Y una pregunta
mas a largo plazo. ¿Qué pasará cuando los minerales sean agotados? Recuerden
que los minerales son recursos Naturales NO RENOBABLES y en consecuencia una
vez extraídos, vendidos y convertidos en capital, este ultimo se queda en las
manos de quienes lo explotan y bien sabido es que no son los hondureños.
Por otro lado, las
actividades de compañías canadienses, inglesas, estadounidenses entre otras han
ayudado enormemente al desarrollo de la violencia en países africanos
productores de oro y diamantes. Vale decir que nosotros boicoteamos Chiquita,
pero chiquita es minúscula en comparación al poder económico de los
explotadores mineros.
Así, mientras
los hondureños nos debatimos entre el espanto y la ternura, las minas, siguen
funcionado, contaminando y matando a poquitos la gente y los recursos que nos
pertenecen a los hondureños. Se mata impunemente a aquellos que defienden sus
tierras y sus ríos, Berta Cáceres es el Mejor ejemplo. Pero sin menospreciar a
Berta y a su familia, también hay un número considerable de campesinos y dirigentes
ambientalistas que han sido masacrados por los sicarios de las Minas o por los
sicarios del estado al servicio de las minas. No lo digo yo, lo dicen los
diarios y las organizaciones defensoras de los derechos humanos. Se vive en un ambiente de impunidad en donde
defender la tierra y sus recursos es equivalente al de ser comunista o
revolucionario en los años 80 y en donde se condena a los ejecutores del crimen,
pero los verdaderos culpables quedan impunes.
Esto nos lleva a
argumentar que pocos durante la crisis política de Honduras des de 2009, han llamado
la atención sobre las medidas que los gobiernos anteriores a Manuel Zelaya
hicieron para abrir las puertas de Honduras al nuevo colonialismo empresarial
producto del Capitalismo del siglo XXI.
Basta con ver la
ley de minería de Honduras promulgada en 1988, la cual autoriza la explotación
minera en todo el país sin tener cuenta de la vocación del territorio en la que
se implanta la mina. Esta ley empuja a nosotros hondureños a jugar a David y
Goliat. Mientras las máquinas mineras se preparan con antelación a cumplir las
pocas exigencias que le prescribe la ley. El pueblito que será dinamitado para
darle paso al gigante, sólo tiene 15 días para prepararse y Todas las
verdaderas ONG y no aquellas de maletín, así como las organizaciones populares
unidas contra el poder de las compagines mineras no hacen más que un pequeño
David. En otras palabras, una ley que habré una vez más las puertas al saqueo,
a la explotación y a la destrucción de nuestros recursos naturales no es
negocio para la gran mayoría del pueblo que no aprovecha en nada de la
presencia de las compañías mineras.
Pero siempre
habrá una piedra en el zapato de las mineras. Algunos no hicieron oído sordo a
las quejas de un pueblo, algunos que ahora son tratados de traidores a la
patria y de radicales de izquierda, se dieron cuenta que los únicos perdedores
en esta batalla contra Gold-iat eran los hondureños. Es así que las moratorias
impuestas al otorgamiento de concesiones mineras por el Gobierno de Zelaya, el
aumento al salario mínimo, entre otras cosas, no hicieron ningún bien a las
trasnacionales del metal. Poner el salario mínimo justo al nivel de la tasa se
inflación es una medida demasiado socializante y por consecuencia injusta ante
los ojos de nuestra pobre clase empresarial seguramente accionarios de las
compañías mineras. Desde cuando el estar del lado de los caitudos, de los
hediondos y de los indios ha sido la prioridad del capital transnacional.
Y como resultado
de esas medidas, lo que se nos vino encima fue un Golpe de Estado y una violencia
política que ya dura 9 años. Ese golpe de estado fue acompañado por el
levantamiento casi inmediato de las moratorias impuestas por Zelaya y a revocación
de la ley de minería de su gobierno, así como la reactivación de la ley de minería
de 1998 y la consolidación del poder las compañías transnacionales y sus testaferros
hondureños. También se crean ONG que no son que tentáculos de la corrupción gubernamental
y despilfarradores de las susodichas inversiones internacionales.
Démonos cuenta
compas-triotas que ninguna compañía transnacional escoge un país por su belleza.
El capital extranjero busca en nuestros países llenar los agujeros que le deja
el alto grado de sindicalización blanca de los trabajadores de las mismas
compañías en los países de donde ellas son originarias. Por ejemplo, la
reglamentación de las minas en Canadá es muy estricta y a pesar de eso las
batallas ambientalistas son tema de todos los días. Las demandas y los pagos de
multas por violación a los reglamentos son también materia cotidiana. Un
trabajador minero en Canadá gana un salario elevadísimo (entre 100,000 y 150 000
dólares al año). Mientras tanto en Honduras las minas hacen lo que quieren, la
reglamentación es débil y de los salarios ¿qué podríamos decir? Las compañías canadienses
han sido señaladas de estar implicadas en actos represivos contra los indígenas
en Guatemala, (ver por ejemplo https://www.theguardian.com/environment/andes-to-the-amazon/2014/aug/12/guatemala-gold-mine-protester-beaten-burnt-alive).
Y que decir de Honduras…
Según un informe
de defensores en línea del 15 en junio de 2017, el panorama de las acciones de las
compañías canadienses es el siguiente:
“En Copán hay
mujeres criminalizadas por la subsidiaria MINOSA, también liderazgos locales
amenazados y tremendos impactos sobre el río Lara, además de destrucción de
bosques y ataques a la moral colectiva de la población. No es un tema menor el
soborno a las personas dolientes para demoler su histórico cementerio, sembrado
sobre una veta de oro.
En San Ignacio,
Francisco Morazán, no es transparente el cierre de la mina ni la forma como
serían reparados los daños a centenares de personas enfermas por el consumo de
metales pesados en el agua subterránea.
En ambos casos,
más las experiencias del Corpus y Las Vegas, existen impactos sobre el medio
ambiente y las personas, muchas muertes en impunidad, familias engañadas en
nombre del desarrollo nacional, y ataques a las organizaciones defensoras de la
vida y la libertad.” (http://defensoresenlinea.com/el-informe-de-canada-sobre-sus-minas-en-honduras/).
Y si a eso le aumentamos
el reciente episodio de Tocoa y las protestas de los pobladores del sur y
centro de Honduras queda claro que esas empresas tienen poder ilimitado y sin
control.
Para concluir
con este desahogo, quiero expresar que estos solo son algunos argumentos para
buscar más allá de la simple causa política las raíces de la crisis actual de
Honduras. El verdadero Culpable no ha sido aún culpado. El culpable queda y
posiblemente quedará libre de toda culpa si nosotros pueblo no lo denunciamos.
No permitamos que los dueños de lo nuestro sigan riendo en nuestra cara
mientras nosotros seguimos atrincherados, sitiados, defendiendo el sueño se una
sociedad más justa.
Recordemos que
la acción mediática de desinformación no hace más que mandarle polvo a los ojos
de un pueblo que se despierta. La confusión sembrada por los medios oficiales y
la falta de cultura política dentro de ciertos sectores de la población nos
desvía de las verdaderas causas de los procesos históricos. Bien sabido es que
detrás de todo movimiento histórico hay un motor económico. La redistribución
de la riqueza no hará jamás el encanto de los poseedores de esta. Antes fueron
los Bananos y las minas ahora son las minas, las maquilas y la ZEDES. No
dejemos que nuestros recursos sean una vez más saqueados y que los intereses
económicos capitalistas sin escrúpulos primen sobre las necesidades y los
intereses de aquellos que aún tienen sed de justicia.
Desenmascaremos
al culpable no culpado ustedes pueblo tienen las armas para hacerlo.
Algunas referencias:
- · Carrasco, Nelson y colaboradores, (2016): “Impacto Económico de La New York & Honduras osario Mining Company en Tegucigalpa, 1880-1925.” YAXKIN , Año 38, Volumen XXIX, No. 1 : 121-155.
- · Falero, Alfredo, (2015): “La potencialidad heurística del concepto de economía de enclave para repensar el territorio”. Revista NERA. Edições Especial, Vol. 18 Issue 28 : 223-240.
- · Finney, Kenneth V., (1978): "Our Man in Honduras: Washington S. Valentine," West Georgia College in the Social Sciences, Vol. XVII : 13-20.
- · Finney, Kenneth V., (1979): “Rosario and the Election of 1887: The Political Economy of Mining in Honduras”. The Hispanic American Historical Review, Vol. 59, No. 1 (Feb., 1979), pp. 81-107, Duke University Press
- · Morin, Claude, (2009) : «Le coup d’État au Honduras. Les raisons d’un échec. » (claude.morin@umontreal.ca) Professeur (retraité) d’histoire latino-américaine Université de Montréal 10 juillet 2009.
- · Peterson, James J. y United States Bureau of Foreign Commerce. Mining Companies in Honduras. Report by Consul Peterson, of Tegucigalpa. Include in: Reports from the Consuls of the United States, United States. Bureau of Foreign Commerce. N° 136-139. U.S. Government, Printing Office, 26 de mayo de 1892, págs. 31-32
- · Diario de honduras 1900 (Archivo Nacional De Honduras)
- · Colección Luis Bográn: (Archivo Nacional De Honduras)
- · https://noalamina.org/argentina/san-juan/item/4922-economia-de-enclave-y-explotacion-no-renovable
- · https://www.theguardian.com/environment/andes-to-the-amazon/2014/aug/12/guatemala-gold-mine-protester-beaten-burnt-alive)
- · http://defensoresenlinea.com/el-informe-de-canada-sobre-sus-minas-en-honduras/
- · http://esnomineria.blogspot.com/2009/03/honduras-fuga-de-cianuro-cae-al-rio.html
- · http://www.marxiste.qc.ca/index.php/sbqhov/13-dernieres/92-limperialisme-canadien-prend-du-recule-et-regarde-le-coup-au-honduras-se-derouler
- · http://www.asonog.hn/2.%20Los%20programas/PARA%20WEB%20PGR/Mineria/Mineria%20en%20%20HONDURAS.pdf.
- · www.ccad.ws/documentos/legislacion/HN/DL-292-98.pdf
- · http://www.elcorreo.eu.org/article.php3?id_article=3475
- · http://www.noalamina.org/mineria-argentina/mineria-mendoza/empresas-mineras-estan-vinculadas-militares
- · http://www.noalamina.org/mineria-latinoamerica/mineria-general/golpe-estado-honduras-producto-lobby-minero
- · http://www.noalamina.org/mineria-latinoamerica/mineria-general/otro-desastre-ambiental-humano-durante-operacion-cierre-mina
- · http://www.noalamina.org/mineria-latinoamerica/mineria-honduras/modificacion-ley-mineria-honduras-mueve-parlamentarios-ingleses
- · http://www.noalamina.org/mineria-latinoamerica/mineria-honduras/gobierno-hondureno-presiones-mineras-obtener-nuevas-concesiones