viernes, 24 de junio de 2016

A mi amigo José Izaguirre... mi padre (1924-2016)

Cuando un amigo se va. se queda un árbol caido 
Que ya no vuelve a brotar por que el viento lo ha vencido 
Cuando un amigo se va, queda un espacio vacio
Que no lo puede llenar la llegada de otro amigo
Alberto Cortez



Buenas tardes a todos antes de leerles estas líneas para despedir a mi padre quiero agradecer a todos la presencia y la solidaridad demostrada en estos momentos asiagos.
José Izaguirre, Papa, Papá, Don José, Don Joche, Chepón, El Cimarrón, Papita Joche, Papita frita, Papita Loche, Abuelo… Cada uno de nosotros lo recordará tal como lo conoció, pero lo que si es cierto es que poco importa como lo hayamos llamado ese hombre será, a pesar de su ausencia, el mismo.

José Izaguirre nació en Las Botijas, cerca de San Marcos de Colón, oficialmente nació en 1927 pero en realidad el nació en 1924. Emigró junto con su madre y su abuela al pueblo fronterizo de San Pedro del norte en donde creció y aprendió a amar esos cachimbales como él decía. Allí creció y a los 14 años se fue de San Pedro hacia Managua, donde su madre residía. Como él decía «me fui a buscarla». Además de encontrar a su madre encontró a tres hermanas más. Vivió allí pero el calor de las piedras de San Pedro lo seguían llamando. Poco importo, a pesar de que casi se hace zapatero y albañil su San Pedro lo llamaba. Regresó entonces con su madre y hermanas. Pero poco duró el idilio del regreso. La pobreza y la falta de trabajo lo obligaron a dejar el primer amor de su vida, San Pedro del norte. Anduvo vagando, trabajando en los ingeniosa azucareros, lo vieron cortando caña en Chichigalpa, Cortando café y cuidando novillos en la misma zona. Pasó de simple peón a apuntador gracias a su don innato de sacar cuentas. Lo vieron también como carretero transportando plátanos de Chichigalpa a Corinto. Allí pasó un tiempo hasta que su abuela lo vino a buscar y lo llevó de nuevo a ese San Pedro. Se fue de sus carretas y sus cañales que no eran suyos, habiendo plantado sus dos primeras semillas Félix Pedro y José Eleuterio.

Ahora ya es un hombre de unos 28 años. Y aún no conoce a su padre. Se decide a conocerlo y se viene a San Marcos de Colón en donde finalmente conoce a aquel señor que adoraba tanto el himno nacional tal vez más que a sus vacas.

Un encuentro caluroso, valga el sarcasmo, como todos los encuentros con Lorenzo Molina Corrales. Este último lo reconoció y él es el culpable del divorcio entre mi padre y su San Pedro. Es así que, en 1953, pisa las calles de El Paraíso, José Izaguirre. El paraíso en su extensión lo acogió y lo adoptó. También le quitó. Le quito a su primera hija, a su esposa más tarde y a un sin número de amigos que se fueron antes que él. Pero también El Paraíso le dio, y mucho. Le dio dos hijas más Griselda y Dilcia y sobre todo el acento hondureño y más aún ese hablar propio de los Molina Corrales.

Como decimos siempre: Donde hubo fuego cenizas quedan. De allí que mi padre siempre se sintió ligado a ese su San Pedro y casi a cada año regresaba. Allí había dejado otro amor quien le dio otro retoño José Alberto. Pero la vida le había destinado otro amor, mi madre, quien le dio junto con El Paraíso, sus últimos 4 hijos Flora, Yelba, Melba y su servidor y más de 19 nietos.

Nos crio con una filosofía simple que se reduce a algunas palabras, respeto, honradez, prudencia y rectitud. Nos guio respetando nuestras decisiones desde la mujer o el marido que escogimos hasta lo que quisimos hacer con nuestras vidas, y poco importa las circunstancias, el consejo preciso y la actitud a tomar siempre fue justa. Palabras no descalabran decía él. Creo que no tuvo tiempo de mostrarnos todo porque la vida fue dura con él en sus últimos años. Sobreviviente de un cáncer de próstata, la vida lo probó más aun privándolo del oído y de la vista no así de su sentido común y su sabiduría innata.

José Izaguirre fue, y lo seguirá siendo, un consejero fiel para los que no hicieron oído sordo a sus consejos, y aquellos que los aprendimos debemos de darnos la tarea de hacerlos perdurar.

Para mi José Izaguirre es más que mi padre él es, y lo digo en presente porque así lo veo, un Martín Fierro sin caballo y sin boleadoras, pero un Martín Fierro porque sus consejos me acompañan como los consejos de Martin acompañaron a sus hijos y los de su amigo Cruz.

No queda más que decirle adiós a este hombre de honor, con principios inquebrantables que hasta los últimos días de su lucidez fustigó las injusticias y mantuvo sus convicciones. Hombre estricto y exigente con los suyos. Cariñoso a más no poder, amigo sin colores políticos, padre sin preferencias, esposo faldero pero constante y abnegado, abuelo y suegro ejemplar, un hombre con imperfecciones y resabios, pero, al fin y al cabo, un hombre de honor.

Pues por ay nos veremos, don Joche.

El Paraíso, 6 de junio de 2016 (Iglesia parroquial)

lunes, 20 de junio de 2016

El Paraíso en la Historia… ¿Dónde están las fuentes?

No parece, pero El Paraíso ha dado mucho de qué hablar. Los periódicos desde hace décadas hablan de ese pueblo por diferentes razones. Lo mismo algunas investigaciones Historicas y sociales han tenido lugar en el pueblo (es el caso de por lo menos dos tesis de licenciatura en historia y una en química y farmacia de La Universidad de San Carlos de Guatemala) . Los esfuerzos de algunos Hijos de la ciudad de El Paraíso son notorios en lo que concierne la búsqueda de los oorogénes del pueblo. Es asi que no se pueden pasar desapercibidos los escritos e investigaciones de los Profesores Secundino Salgado, José Raimundo Escoto, Armando Francisco Martínez y Armando Antonio Martinez y tambien se dice que  en poesía “ Muchas personas nacidas y que no han nacido en el municipio de El Paraíso, se han inspirado en los bellos paisajes paraiseños para componer hermosos poemas de la tierra que los vio nacer o en su defecto que los ha adoptado, entre estos ciudadanos se destacan: Prof. Armando Antonio Martínez Mendoza, Periodista Jesús Rosales, Profesora María Manuela Martínez, Lic. José Darío I. Martínez, Prof. Amilcar Mencía, Prof. Secundino Salgado, Periodista German Allan Padgett (+), Doña Dilcia Valladares Abarca, Dr. Horacio Lobo, Dra. Ada Olimpia Villanueva y Sra. María Antonieta Cubas.” (León Chamba, Elizabeth De Lourdes (2009):  P-29)

Recientemente tuve el gusto de leer el libro «El Paraíso en la historia», escrito por Don Luís Alonzo Gómez Oyuela. Este libro pone el dedo en la llaga de la falta de investigación rigurosa en lo que concierne la historia de El paraíso. Aunque nos lleva por los caminos tortuosos del desarrollo histórico del municipio y nos provee información valiosísima, igualmente induce en errores que solo pueden ser corregidos por un cotejo fiel de las fuentes.
No entrare en un debate porque tengo la intención de escribir una crítica literaria del texto y hacérsela llegar al autor. No con el fin de destruir o deshacer el texto sino con el fin de ayudar a mejorar la obra.

Bueno, volviendo al tema de la historia del municipio, en ese libro me encontré un párrafo que habla de un personaje muy mencionado por las personas de más de 70 años originarias de el Paraíso, me refiero a “Teodorón”. Curiosamente el párrafo aparece también en una tesis en química y farmacia de la universidad de San Carlos de Guatemala publicada en 2009 que se titula: “Monografía Histórico-Social de la Participación de la Mujer en Proyectos de Desarrollo Comunitario y su Contribución a la Seguridad Alimentaria y Nutricional en Comunidades del Municipio de El Paraíso, Honduras”. Escrita por Elizabeth De Lourdes León Chamba, en vista de la obtención del grado de Master en Artes en Seguridad Alimentaria Nutricional Y Desarrollo Local.”

El párrafo de la tesis dice literal mente así:

Teodorón

Apareció en la montaña de Dipilto y sembró el terror en los años de 1935 a1940, era originario de Vado Ancho, era jefe de una pandilla de criminales. Le decían Teodorón por alto y grueso, andaba descalzo y en camiseta. Fue el primer pandillero que vivió oculto en la cordillera de Jalapa. Salía sólo a cometer toda clase de crímenes. Fue capturado y fusilado en la plaza por orden del Coronel Miguel Díaz.” (León Chamba, Elizabeth De Lourdes (2009):  P-34)

Como en el caso del texto de don Luis, ninguna referencia a la fuente es proporcionada. Pero la bibliografía, Porque si hay una, nos deja suponer que viene del manuscrito de Secundino salgado (Salgado, S. S. (2008). Datos Históricos del Municipio de El Paraíso. El Paraíso, El Paraíso, Honduras.)

¿Pero quién era realmente Teodorón?
Talvez nunca lo sabremos, pero algo que sí es verdad es que existen otras versiones de quien era en realidad.

Según una fuente oral: Doña Zulema Figueroa Moncada), Teodorón aparece en la historia del pueblo dos veces. Una allá por 1945 cuando uno de esos generales de cerro estaba acantonado en El Paraíso y la otra en 1947 cuando Teodorón baja de las montañas en busca del comandante del pueblo Coronel Miguel Díaz. 

Ella dice:

-          Cuando vinieron los aviones aquí a pelear, era cuando Carias ya estaba de presidente. Y Yo me acuerdo que cuando yo estaba cipota, fíjese que entraron los aviones. Rómulo Aguilera era el comandante (al mando de las tropas oficiales). Y entonces entraron los aviones y los agarraron a penca porque eran las tropas bastantes (las tropas de los Acantonados). En la casa entro un hombre, un negro como de raza (miembro delos invasores), y enamorando a mi tía… y cuando mira el avión se sitella en la casa y ¡ay dios mío! Y le dice a mi tía - mire le voy a regalar esta florcita para que se acuerde de mí. Yo ya me voy, le dice, porque ese avión me anda buscando y va a arrasar aquí con esta casa y yo voy a ser el culpable, mejor me voy, voy a ir a subirme al campanario a repicar las campanas. Y se fue para el campanario cuando repico las campanas y se bajó, el avión se bajó y le dio una bañada y allí lo mato. Hubieron muchos muertos cuando esos aviones.

¿entonces quiere decir que aquí vinieron aviones a ametrallar el pueblo?

-          ¡Si!

¿y para sacar a quién?

-          Mire, es que en ese tiempo había entrado Toribio Díaz en ese tiempo y entonces Teodorón estaba allí en esa montaña y ese Toribio iba a unirse con él, pero los que entraron aquí fueron los de Toribio Díaz. Y entonces en esa pelea peleo Rómulo Aguilera, Juan Bermúdez, Juan Díaz y varios de aquí pelearon. Fíjese que allí por donde es la ENEE a un hombre (de los de Toribio) le hicieron una bañada los aviones que lo dejaron subido en un palo de matapalo. Bañada y media la que le dieron. Bueno allí fueron a terminar de pelear allá en el Río Arriba en una finca que le dicen El Bochinche, que era de don Juan Pablo Molina, allí acabaron de pelear.

¿Doña, pero ese Toribio Díaz era qué…Nacionalista, liberal, bandolero… quién era?

-          ¡No! si él era liberal.

Todo parece indicar, según el relato, que Toribio Díaz era uno de esos comandantes de cerro liberales que Carias perseguía. Doña Zulema no hace ninguna referencia a actos de vandalismo por parte de las tropas de Toribio y está claro que sus tropas tomaron la huida Hacia las Cañas y de allí a las estribaciones de la cordillera de Dipilto donde según el relato se encontraba Teodorón. No obstante, aclaro que todo eso del movimiento de tropas y el ametrallamiento de El Paraíso queda por comprobar con fuentes documentales u orales.

El segundo episodio de la estadía de Teodorón es relatado por dona Zulema

Doña, pero cuénteme la historia de Teodorón, yo sé que ya me la contó, pero quiero oírla de nuevo es que por allí vi que dicen que Teodorón era malo delincuente y no sé cuántas cosas más.

-          Mire, Teodorón era malo con quien lo buscaba, con quien no lo buscaba no.

Pero doña Zulema ¿De dónde salía ese hombre?

-          Fue allí como por el 47 que Teodorón, dicen, andaba matando gente allí por todo eso (y señala las montañas del sur de El Paraíso

¿Porque mataba gente?

-          Porque como él era colorado y los que lo buscaban eran azules.

¿Y era liberal Teodorón?

-          Gran liberal de cepa era.

¿Y era hondureño?

¡Si!

-          Con Rómulo Aguilera eran enemigos. Es que Rómulo Aguilera lo iba a buscar a las montañas y por eso se hicieron enemigos y con mi tío Miguel Díaz también.     Entonces cuando tío Miguel Díaz era comandante fue que Teodorón entro aquí.

¿Entonces el entro aquí a El Paraíso a invadir?

-          En realidad, el venía a matar a tío Miguel y entro con toda la tropa.

¿Y por donde entró?  ¿De Nicaragua?
-          Si de ay de esa montaña (y señala las montañas de Las Cañas).
Y entonces mi mama estaba cortando café (era la temporada) y se levantó a las tres de la mañana y se fue para donde Lola Merlo a conseguir café molido (se ríe) y no tenía café molido Lola. Cuando salió de allí mi mama miro venir las tropas. Y entonces le dice a Lola

-        Lola  ay viene un montón de gente.
-        Andá donde Herminia antes de que se alborote ese montón de gente y mi mama se fue. 

Cuando mi mama viene de donde Herminia, ya las tropas venían a la media cuadra, y entonces cuando llegaron a la esquina le dijeron los hombres a Teodorón:

-          ¿Podemos hacer retén aquí?  (reten entendido como saqueo)
Entonces les dijo Teodorón:
-          No aquí no vamos a hacer reten. No venimos a matar a nadie solo venimos a matar a Miguel Díaz. Pero aquí no vamos a hacer reten.

Entonces Doña Eva Mendoza como era liberal, Eva sacando pisto. Y le dice:

-          Doña Eva no saque nada que no andamos robando, aquí lo que andamos haciendo es viendo a Miguel Díaz, eso es lo que andamos haciendo. Pero no venimos a robar, le dice.
No vamos a robar… Vamos a repartir los pelotones. Uno se va por aquella calle, el otro por aquí, y el otro por donde vive Miguel Díaz y allá nos vamos a juntar en el cuartel después. El cuartel era allí donde es el cabildo allí era.

En la tropa andaba un cipote de 14 años que gritaba
-          Ya entro Teodoro Hernández ¿no lo querían?
-          ¡Viva la independencia!
-          ¡Viva el 15 de septiembre!
-          ¡Viva Teodoro Hernández!

Y nosotros en la casa y Marina no se quería levantar. Y le decía mi mama:
-          Marina levántate marina que allí esta Teodorón…

y marina no se levantaba (Se ríe) y a sacar a Marina de arrastradas envuelta en una cobija. Para venirnos para acá al llano. Viera visto que relajo. Y Marillita con Toño… y Toño cantando…
-          Se llevó mi polla el gavilán pollero…
-          Callate Toñito que allí esta Teodorón…
-          Que decía Toñito, y allí con el Gavilán pollero y va de cantar.

Allí salimos todos de huida… Mi padrino Ramón Sanabria allí estaba en el llano desnudo y u solo relajo… y se vienen agarrando allí en el cabildo. Hubieron muchos heridos. Varios soldados mataron, pero también hubieron heridos bastantes.

-          Esa fue la última vez que entró Teodorón.

La muerte de Teodorón

Como la gente incluyendo los soldados y el comandante salieron huyendo ante la presencia de las tropas de Teodorón, este último se apoderó del cuartel no sin antes haber combatido de allí los heridos y los soldados muertos.

Según doña Zulema, Teodorón se quedó en el cuartel y dice lo siguiente:

-          Mire Teodorón se quedó en el cabildo. Entonces aquel cipote que andaba con él se fue a querer abrir la tienda que era de doña Lastenia. Entonces Teodorón se vino a decirle que no estuviera abriendo puertas porque no andaban robando entonces vino el cipote y saco la pistola que andaba, una escuadra y le dejo ir todos los mamellazos y lo mato. El mismo Cipote que andaba con él. Y quedaba mire

-          ¡Ya matamos a Miguel Díaz!
-          ¡Viva el 15 de septiembre!
-          ¡Viva Teodoro Hernández!

Y era al pobre Teodorón al que había matado. Hasta con los dientes de fuera lo dejaron. Allí en frente de donde doña Lastenia, allí por donde había un palo de coco en el parque.

Y lo dejaron hasta con los dientes de fuera. Pero ese hombre andaba bien catrín. Mire, andaba con un traje de Casimir. Con fajas de tiros, y los dientes calzados de oro y lo han despachado en una figura…
Dijo Rómulo Aguilera :

-          Quiero ver si es Teodorón, voy a ver si tiene una seña que yo le deje.

Y entonces les dijo dona Lastenia:

-          Le vamos a andar a comprar un ataúd…
-          ¡No! Dijo Rómulo así que lo entierren dijo
-          ¡No! le dijo dona Lastenia todos somos humanos como se pone a creer que porque ha sido malo se va a enterrar así.
-          Así se va a enterrar dijo Rómulo.

Y así lo enterraron… Con las tripas de fuera y le quitaron todo. Todo el pisto que andaba. Le cambiaron la ropa buena y le pusieron unas…

¿Y las tropas de Teodoro?
Unas se fueron cuando lo mataron y otras se quedaron aquí porque estaban tirados.

Y loa pusieron presos o los fusilaron que paso

¡No! Los heridos se los llevaron para el hospital y no les hicieron nada.

Entonces Teodorón les saco carrera a los comandantes cachurecos
Si él le echo carrera a tío Miguel.


Tal parece que efectivamente Teodorón agarró de improviso el cuartel de El Paraíso. Combatió, no pudo agarrar a Miguel Díaz.  De allí los muertos y los heridos. En un intento de evitar el saqueo es asesinado por uno de sus propios soldados. Entonces según esta versión de los hechos Teodoro Hernández no es fusilado, pero Miguel Díaz, el comandante del pueblo, se lleva el honor de haberlo capturado y fusilado para la historia oficial.

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